Wells Fargo ha logrado un beneficio neto atribuido de 5.243 millones de dólares (4.681 millones de euros) entre julio y septiembre, lo que supone un retroceso del 3,7% con respecto al mismo periodo de 2015, según la entidad, cuyo presidente y consejero delegado durante el trimestre, John Stumpf, dimitió esta semana por el escándalo de las cuentas creadas fraudulentamente por empleados del banco estadounidense para alcanzar los objetivos de ventas establecidos.
De este modo, el beneficio diluído por acción de Wells Fargo se situó al cierre del tercer trimestre en 1,03 dólares por acción, frente a los 1,05 dólares del mismo periodo de 2015. La cifra de negocio de Well Fargo entre julio y septiembre alcanzó un total de 22.328 millones de dólares (19.936 millones de euros), un 2% más que un año antes. En los nueve primeros meses de 2016, el banco logró un beneficio neto atribuido de 15.501 millones de dólares (13.840 millones de euros), una cifra un 4,7% inferior a la del mismo intervalo de 2015, mientras su cifra de negocio aumentó un 3,4%, hasta 66.685 millones de dólares (59.540 millones de euros). Wells Fargo fue sancionado en septiembre con 185 millones de dólares (165 millones de euros) por las malas prácticas detectadas entre 2011 y 2015, cuando se contrataron sin consentimiento de los clientes 1,5 millones de cuentas de depósito y se solicitaron 0,5 millones de tarjetas de crédito, motivo por el que la entidad despidió a 5.300 de sus empleados y que acabó provocando la dimisión este miércoles del consejero delegado. En este sentido, el nuevo presidente y consejero delegado de Wells Fargo, Tim Sloan, expresó su firme compromiso con la restauración de la confianza de todas las partes, incluyendo clientes, accionistas y socios. «Sabemos que llevará tiempo y mucho trabajo duro recuperar nuestra reputación, pero tengo confianza gracias al increíble calibre de nuestro equipo. Trabajaremos sin descanso para hacer un Wells Fargo mejor y más fuerte», declaró Sloan. Asimismo, el banco destacó que el Comité Directivo Intependiente ha abierto una investigación acerca de las prácticas de la entidad en su negocio minorista en la que cuenta con la asitencia del bufete Shearman & Sterling.En este sentido, Wells Fargo indicó que Carrie Tolstedt, la ejecutiva al cargo de las actividades responsables de estas malas prácticas y que había anunciado el pasado mes de julio su marcha del banco, «no recibirá indemnización», además de dejar de cobrar premios en acciones por importe de 19 millones de dólares (17 millones de euros) y no recibir el bonus de 2016.
Por su parte, el que hasta esta semana fuera presidente y consejero delegado de Wells Fargo, John Stumpf, abandonará la entidad a la que se incorporó hace 34 años y que lideraba como consejero delegado desde 2007 y como presidente desde 2010 sin hacer efectivo su derecho a premios en acciones por importe de 41 millones de dólares (37 millones de euros).
MENOS CUENTAS ABIERTAS Y MENOS SOLICITUDES DE TARJETAS.
Por otro lado, la entidad ha informado de que durante el mes de septiembre se registró una menor afluencia de público a las oficinas de Wells Fargo, con una caída del 14% en comparación con agosto y del 10% respecto al dato del año anterior. Asimismo, los datos de la entidad muestran una bajada del 30% en las solicitudes de tarjetas de crédito en relación al mes anterior y del 20% en comparación con septiembre de 2015. Por su parte, la apertura verificada de cuentas registró un descenso mensual del 30%, mientras que en comparación con septiembre del año pasado el dato retrocedió un 25%.
