UGT insta al futuro Gobierno a poner en el centro de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 la lucha contra el desempleo, la pobreza y la desigualdad, y poner fin a las políticas de austeridad.
En un comunicado, el sindicato llama a «no tropezar en la misma piedra» e insta al conjunto de las fuerzas políticas a abrir un debate sobre fiscalidad con carácter integral para garantizar recursos suficientes para atender las necesidades sociales y «poner a las personas en centro de las políticas porque la desigualdad frena el crecimiento económico».UGT considera que el plan presupuestario presentado este viernes en el Consejo de Ministros y que trasladará a Bruselas, y que deberá gestionar el futuro gobierno, «no debe resultar incompatible con el progreso social, la igualdad y la propia estabilidad macroeconómica».
«Los PGE 2017 no se pueden traducir de nuevo en menos gasto público, menos inversión y más recortes», subraya.
Por ello, demanda al nuevo Gobierno que las obligaciones derivadas de los compromisos del cumplimiento de los objetivos de déficit «no se trasladen una vez más a los ciudadanos y trabajadores». «La realidad es tozuda y muestra cómo la austeridad perjudica el crecimiento el crecimiento económico y social, porque solo genera mayores niveles de exclusión social y pobreza», añade. En este sentido, indica que «los ciudadanos no son los culpables de la incompetencia de un Gobierno que, con sus políticas, ha puesto en jaque la economía española, rebajando sin pudor impuestos con objetivos electorales, rebajas que han dado al traste con la recaudación y el cumplimiento del déficit y que han estado vinculadas a recortes sociales, al tiempo que debilitaban la estructura económica y productiva». «PERSISTEN LOS DESEQUILIBRIOS Y LAS DESIGUALDADES»Según UGT, a pesar del crecimiento, los desequilibrios y las desigualdades «persisten», ya que «el crecimiento económico no se traslada a los ciudadanos y trabajadores, y el modelo de crecimiento es tan dependiente de actividades y factores estacionales y tradicionales, que resulta muy vulnerable a los vaivenes del ciclo económico internacional».
A su juicio, la clave para salir de la crisis en términos sociales y laborales pasa por combatir la creciente desigualdad social porque ésta frena el crecimiento económico. En estos momentos no se trata de recortar, sino de recaudar y de repartir y no seguir empobreciendo a los más débiles, lo que exige la mejora de la calidad en el empleo y de las rentas del trabajo..
Para UGT el reparto «justo» de la riqueza para todos depende de que se genere más y mejor empleo, lo que en su opinión exige la retirada de las reformas laborales de 2010 y 2012, de que aumente el salario mínimo a un nivel digno de al menos a 800 euros en el primer año, de que aumenten los salarios públicos, y de que se mejore el sistema de prestaciones por desempleo se establezca una Prestación de Ingresos Mínimos para los parados.
El sindicato propone llevar a cabo una reforma fiscal integral, que actúe sobre todas las figuras tributarias, que tenga como eje central el nivel de renta de los contribuyentes; acometer un plan de choque de lucha contra el fraude fiscal (para recaudar 80.000 millones de euros) y contra la economía sumergida; e impulsar a nivel nacional, europeo e internacional la lucha contra los paraísos fiscales y contra las prácticas de elusión de impuestos de las grandes empresas.