Los grupos del Parlamento Europeo han mostrado este martes sus diferencias ante la propuesta de la Comisión Europea de que los países de la eurozona den paso a una política económica más expansiva que conduzca a un estímulo fiscal conjunto en 2017 de 50.000 millones de euros.
Bruselas presentó la semana pasada sus prioridades para el próximo año y defendió la necesidad de que los socios del euros que tengan «espacio fiscal», como Alemania o Países Bajos, adopten una política económica más expansiva que, en conjunto, de paso a un estímulo fiscal del 0,5% del PIB, tres décimas superior a sus últimas previsiones.
Al mismo tiempo, recomendó que los países que mantengan desequilibrios presupuestarios, como España, sigan comprometidos con la reducción del déficit y la aprobación reformas estructurales.
El portavoz del Partido Popular Europeo (PPE) durante el debate, el sueco Gunnar Hökmark, ha destacado que la recuperación económica es «lenta» y está basada no sólo en una política monetaria «única» sino también en «la credibilidad del pacto de estabilidad», por lo que ha instado a la Comisión Europea a «no arriesgar poniendo al pacto y a sus normas en cuestión»:«Las reformas y la consolidación (fiscal) son el mejor modo de evitar la austeridad. Si se usa el déficit como forma de evitar las reformas estructurales se está entrando en más austeridad», ha expresado, en contra de adoptar una posición fiscal más expansiva.
El eurodiputado del Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), Sander Loones, se ha pronunciado en la misma línea y ha reclamado una vuelta a la «lógica» del tratado de Maastrich. «Tenemos que respetar esta lógica y poner la casa en orden», ha subrayado, antes afirmar que «los Estados que se niegan a cumplir deben ser sancionados e incluso excluidos de la zona euro si es necesario».
«No podemos crear crecimiento sin nada, sin tener dinero para ello. Es perfectamente posible ahorrar de manera inteligente, lo vemos en Países Bajos, Alemania o Austria. Por ese camino tiene que ir la Unión Europea», ha asegurado. IZQUIERDA Y VERDES, A FAVORPor el contrario, el líder del Grupo de Socialistas y Demócratas (S&D), Gianni Pittella, ha remarcado que la propuesta de Bruselas es «la mejor respuesta para contrarrestar el avance de los populistas», que «florecen» por los «estragos» provocados por la austeridad y cuya «baza más importante» es «el dogmatismo ciego».
«Tiene que haber una política más expansiva en la eurozona. Los países que hoy tienen superávit presupuestario tienen que invertir más», ha apoyado el italiano, que además ha advertido a «todos los que intentan sabotear este esfuerzo», en concreto al ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, que «este instrumento es una condicion ‘sine qua non’ para seguir apoyando a esta Comisión».
También a favor del estímulo fiscal se ha mostrado el eurodiputado de ICV (Los Verdes), Ernest Urtasun, que sin embargo ha criticado que la propuesta es insuficiente, porque pide «poco más» que la posición fiscal de este año, llega tarde, porque el daño de las políticas de austeridad es «altísimo», y es «poco consistente» con las normas actuales de gobernanza.
«A pesar de que es poco y demasiado tarde, espero que salga bien, pero creo que los augurios no son muy buenos. El ministro alemán y el español, incomprensiblemente, ya han dicho que no están de acuerdo. Este parlamento debe dar un mensaje claro de que es importante que la posición fiscal sea expansiva porque si no, la recuperación no llegará», ha manifestado.
A su vez, la eurodiputada de IU (Grupo Izquierda Unitaria Europea, GUE), Paloma López, ha subrayado que las prioridades económicas y sociales que plantea Bruselas son «absolutamente insuficientes» y «vuelven a insistir en medidas que han fracasado». «Lo que plantean no es cómo crecer, sino un manifiesto dadaísta», ha denunciado. La eurodiputada de la Alianza de Liberales y Demócratas Europeos (ALDE), Lieve Wierinck, ha afirmado que «el superávit fiscal o presupuestario parece aceptable», pero ha preguntado cómo va a estimular Bruselas que determinados países «gasten su superávit para el colectivo». «No vamos a invertir unos países más si otros no cumplen con las reglas de estabilidad», ha apuntado. BRUSELAS: EL ESTIMULO DEBE SEGUIR LAS NORMASEl vicepresidente del Ejecutivo comunitario para el Euro, Valdis Dombrovskis, ha defendido ante el pleno de la Eurocámara la propuesta de Bruselas, y ha recordado que «esta orientación tiene que tener en cuenta el marco jurídico del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y tener en cuenta las preocupaciones de sostenibilidad fiscal».
«Aparece bien claro en la comunicación. Dice que aquellos Estados que tienen déficit excesivos todavía necesitan llevar a cabo medidas para que continúen en la senda, y los países que tienen espacio fiscal utilicen ese margen para estimular la parte de demanda de la economía, y en particular para realizar estímulos que impulsen la inversión», ha explicado. El letón ha afirmado además que esta «motivación» corresponde al «compromiso» de los Estados miembros, puesto que son ellos quienes tienen que «tomar las riendas». En cualquier caso, ha subrayado que las tres prioridades destacadas por Bruselas (impulsar la inversión, continuar con las reformas estructurales y perseguir unas políticas fiscales responsables) son importantes.