El banco estadounidense Wells Fargo obtuvo un beneficio neto de 5.274 millones de dólares (4.975 millones de euros) en el cuarto trimestre de 2016, lo que supone un retroceso del 5% con respecto al mismo periodo del año anterior, según las cuentas publicadas por la entidad después de conocerse en septiembre que empleados de la entidad habían abierto millones de cuentas sin consentimiento de los clientes para cumplir los objetivos marcados.
La cifra de negocio de Wells Fargo entre octubre y diciembre alcanzó un total de 21.580 millones de dólares (20.358 millones de euros), tras incrementar un 11,2% sus ingresos por intereses netos, hasta 14.058 millones de dólares (13.262 millones de euros), con un aumento del 34% de los ingresos por intermediación. De este modo, en el conjunto de 2016 la entidad obtuvo un beneficio neto de 21.938 millones de dólares (20.696 millones de euros), una cifra un 4,2% por debajo del resultado del año precedente. Wells Fargo fue sancionado en septiembre con 185 millones de dólares (174 millones de euros) por las malas prácticas detectadas entre 2011 y 2015, cuando se contrataron sin consentimiento de los clientes 1,5 millones de cuentas de depósito y se solicitaron 0,5 millones de tarjetas de crédito, motivo por el que la entidad despidió a 5.300 de sus empleados. «Hemos continuado realizando progresos durante el cuarto trimestre en recuperar la confianza de nuestros clientes», declaró el consejero delegado de la entidad, Tim Sloan, quien reemplazo en octubre a John Stumpf, que renunció como presidente y consejero delegado a raíz del escándalo de las cuentas falsas. «Lanzamos este mes nuestro nuevo programa de compensaciones en banca minorista, que se fundamenta sobre la base de construir relaciones duraderas con nuestros clientes», añadió Sloan. El impacto del escándalo sobre la operativa de Wells Fargo se aprecia en la caída anual del 43% en las solicitudes de tarjetas de crédito durante el mes de diciembre y del 40% en el número de cuentas abiertas.
