La entidad italiana UBI Banca ha registrado pérdidas por valor de 830 millones de euros en 2016, frente al beneficio neto atribuido de 117 millones de euros registrado el año anterior, tras un impacto negativo de 850 millones de euros por la reestructuración de la entidad, que contempla la salida de 500 trabajadores a finales del mes de febrero.
Sin tener en cuenta el impacto que supone la implementación del nuevo plan estratégico y otros apuntes extraordinarios, UBI Banca estima que el beneficio neto fue de 111,6 millones de euros, por debajo del obtenido un año antes por una menor actividad financiera y por las aportaciones realizadas a Atlante, el fondo de reestructuración o ‘banco malo’ italiano. La cifra de negocio operativa de UBI Banca entre los meses enero y diciembre se situó en 3.119 millones de euros, un 7,5% menos que un año antes, con un descenso del 8,2% de los ingresos por intereses y un incremento del 2,7% en comisiones. En el cuarto trimestre de 2016, UBI Banca incrementó un 67,2% sus pérdidas, hasta 76 millones de euros, mientras que redujo un 13,1% sus ingresos operativos, que alcanzaron los 786 millones de euros. PLAN DE BAJASEn el marco del nuevo plan estratégico, 500 empleados del banco lombardo se han acogido a un plan de bajas voluntarias acordado con los sindicados y abandonarán la entidad a finales del mes de febrero. Además, UBI Banca ha informado de que ha recibido peticiones para adherirse a este plan por parte de 1.250 empleados adicionales.
Como parte de la reestructuración, el próximo 20 de febrero la entidad integrará a las entidades Banca Popolare di Bergamo, Banco di Brescia, Banca di Valle Camonica, Banca Popolare di Ancona y Banca Carime, tras haber hecho lo propio el pasado 21 de noviembre con Banca Popolare Commercio e Industria y Banca Regionale Europea.
