(Ampl.) Popular aclarará «en pocas semanas» cuánto dinero necesita dotar para desinvertir su inmobiliario

El consejero delegado de Popular, Ignacio Sánchez-Asiaín, ha avanzado este jueves que la entidad aclarará en «pocas semanas» cuánta inversión o dotación «hace falta» para que la desinversión de sus activos innmobiliarios sea «lo suficientemente rápida» y cuánto negocio genera la actividad principal del banco, centrada en pymes.

Durante su intervención en el XXIV Encuentro del sector financiero, organizado por ABC, Deloitte y Sociedad de Tasación, Sánchez-Asiaín ha reconocido que «últimamente» Popular ha generado «poca confianza en el mercado» y ha apuntado que esto es debido a que no se ha sabido diferenciar entre el negocio de pymes y el inmobiliario que desarrolla el banco.

Por ello, cree que el mercado se plantea dos cuestiones: qué inversión o dotación hace falta para que la desinversión de sus activos inmobiliarios sea lo suficientemente rápida y cuánto dinero genera la actividad principal.

«Al ofrecer la información de Popular de forma agregada no hemos sido caapaces de explicarla de forma coherente», ha afirmado el consejero delegado de Popular, quien ha precisado que la gestión de estas dos actividades quedó dividida en septiembre de 2016.

Desde entonces, el banco ha procedido a la asignación de ingresos, gastos y pprovisiones a cada una de esos dos negocios, una operación que concluyó el pasado 31 de marzo. «Solo desde hace unos días somos capaces de asignar a ambas realidades ingresos, costes y provisiones. En pocas semanas seremos capaces de responder a estas dos preguntas del mercado», ha insistido.

A partir de entonces, cree que el mercado pondrá valor futuro a Popular y su estrategia. «A futuro no queremos ser un banco inmobiliario, queremos ser un banco de pymes, que es lo que hemos sido toda la vida y es lo que hacemos bien», ha apostillado.

Por otra parte, el ‘número dos’ de Popular ha afirmado que el banco tiene a día de hoy más capital que antes de la crisis, pero ha incidido en que las exigencias regulatorias son mayores, por lo que entiende que será la regulación la que marque el ‘timing’ en el que la entidad tendrá que actuar.

«De ese ‘timing’ y del equilibrio entre la capacidad de generación de capital y las necesidades de dotación saldrán las alternativas de acción posibles que tomemos, entre las que se encuentran generación orgánica de capital, desinversiones puntuales de activos ‘non core’, posible acceso al mercado o posibles operaciones corporativas», ha explicado.

UN BANCO CENTRADO EN PYMES

Sánchez-Asiaín, que desembarcó en Popular este martes para suceder a Pedro Larena como consejero delegado, ha puesto en valor las ventajas del banco, que cuenta con 4,6 millones de clientes, de los que 880.000 son empresas y autónomos y 3,68 millones son particulares.

El directivo ha recordado que Popular cuenta con una cuota de negocio próxima al 18% en pymes y dispone de 1.000 gestores especializados en este segmento. De hecho, el 63% de los créditos concedidos por Popular en 2016 fueron para pymes y autónomos. A ello ha sumado la eficiente redistribución de la red de oficinas y la «excelente» plantilla.

Sin embargo, ha reconocido que el banco tiene un «problema de digestión» de activos, ya que cuenta con el doble de improductivos que el resto del sector y ha señalado que en el momento en que otras entidades cedieron activos a Sareb, Popular los mantuvo, no recibió ayudas y acudió al mercado.

En este punto, ha indicado que el banco ha hecho saneamientos por 25.000 millones de euros desde que empezó la crisis, «tres veces los fondos propios o dos veces los fondos propios más 5.000 millones de ampliaciones de capital».

«El banco ha hecho un esfuerzo tremendo y lo ha podido hacer porque ha tenido capacidad de generación de capital con su modelo de negocio, pero sigue teniendo un problema de digestión», ha apuntado Sánchez-Asiaín.

Ahora, la prioridad del banco pasa por que el mercado distinga entre el negocio de pymes y el inmobiliario. «El objetivo es la desinversión», ha destacado, al tiempo que ha recordado que la entidad constituyó a partir del mes de septiembre la red NITA, destinada a la venta de estos activos.

«Estamos esperanzados en que nuestra capacidad de desinvertir estos activos inmobiliarios crezca en el tiempo», ha zanjado.

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