El socialista Pedro Sánchez sigue cacareando, pero la economia española se está poniendo color de hormiga.
Los bancos españoles vuelven a protagonizar una fatídica en bolsas a cuenta de la posible decisión del Tribunal Supremo de obligarles a pagar el impuesto de las hipotecas en la concesión de crédito para comprar vivienda.
El Ibex 35, que había arrancado la jornada con fuertes subidas y marcando máximos intradía en 9.013 puntos, ha terminado este 22 de octubre de 2018 con un descenso del 0,96% en 8.806,5 puntos.
Los mínimos del día se ha situado en 8.796 puntos. El volumen de negociación de la bolsa española asciende a 1.074 millones. El selectivo acumula un descenso superior del 6% en lo que va de octubre.
Los mercados comenzaban la semana con la fuertes subidas registradas en China, la bolsa del gigante asiático ha cerrado con alzas de hasta el 4%, tras anunciarse por parte de Pekín una bajada de impuestos para personas y empresas.
La noticia ha animado el inicio de sesión en las bolsas europeas. El fuerte arranque que ha llevado al Ibex 35 a cotizar por encima de los 9.000 puntos se ha moderado posteriormente para rendirse a los descensos.
En parte, porque los bancos han entrado en barrena por la amenaza de la justicia de asumir en la concesión de hipotecas una factura multimillonaria. Sadadell se ha dejado más de un 5%, Bankia más de un 4%, CaixaBank, más de un 3% y BBVA más de un 2%. Hasta el próximo 5 de noviembre la agonía del sector en bolsa no terminará. Otra vez Dia ha sido el peor valor de jornada con un desplome del 25%.
El Ibex 35 ha sido la peor plaza europea, en una jornada de más a menos para Europeo. Ningún gran índice se ha salvado de las pérdidas con Italia teniendo un foco no deseado. El Mib retrocede un 0,6%.
Durante buena parte de la sesión, a pesar de que el viernes Moody’s bajó el rating de Italia, la prima de riesgo se ha mantenido por debajo 300 puntos básicos y el bono a diez años retrocedía al 3,4%. Las tornas se han dado la vueltas a mitad de sesión y los bancos han comenzado caer.
Para ese momento ya habían entrado a escena los políticos. Bruselas espera la carta del Ministerio de Finanzas en respuesta al rechazo del borrador de Presupuestos de 2019 y el Gobierno italiano se ha mantenido firme en saltarse las reglas de déficit. El esperado choque de trenes en Roma y Bruselas ya se ha producido, a pesar las palabras conciliadoras para colaborar con la Comisión del primer ministro Conte.
El Brexit entra también en una semana decisiva. Theresa May afronta el miércoles una comparecencia decisiva en el Parlamento británico, mientras sus oponentes dentro de su partido están decididos a terminar con ella. Desde Bruselas se asume que las negociaciones se prorrogarán con el tema de la frontera en Irlanda sin cerrar.
También preocupa y cómo se está desarrollando el conflicto desatado por Arabia Saudí al asesinar a un periodista en suelo turco.
Alemania ha decidido suspender la venta de armas a Riad y cada vez más voces dentro de EEUU piden sanciones contra su principal aliado en oriente medio aunque por el momento el presidente Trump se muestra reacio por las consecuencias que podría provocar sobre las inversiones saudíes en empresas norteamericanas y sobre el precio del crudo Brent que hoy repunta por encima de 80 dólares y el Texas se acerca al 79 dólares.
Y todo este panorama internacional, con las negociaciones comerciales entre EEUU y China se enquistan, habrá una intensa agenda económica y de resultados. Los resultados empresariales en EEUU y Europa serán numerosos. En España publicarán cuentas CaixaBank, Sabadell, Iberdrola, Cie Automotive y Ebro Foods.
En EEUU la cita más importante será la primera estimación de PIB del tercer trimestre el viernes. Antes el jueves vuelven a escena los bancos centrales con la reunión de política monetaria del BCE, en la que no se espera modificación de su política monetaria pero con toda la atención puesta en la posterior rueda de prensa en la que previsiblemente Draghi tenga que hacer frente a preguntas sobre la situación de Italia y la posición del BCE al respecto.
Desde el punto de vista técnico, el Ibex 35 intenta reaccionar desde su gran soporte de los 8.800 puntos, que corresponde con el ajuste de las dos terceras partes de toda la tendencia alcista previa desde los 7.580 puntos y con la directriz alcista de largo plazo.
Su cesión sería de todo menos algo alcista para la renta variable española y abriría la puerta a probables caídas hacia los 8.500 y posteriormente los 7.580 puntos. Antes de asistir a su pérdida, que es lo más probable salvo que un eventual rebote consiga superar resistencias que todavía están muy alejadas, como son los 9.675 puntos, entendemos que es muy probable que se forme un rebote.
