Las acciones se llevan golpes por todas partes.
En lo geopolítico, las siempre presentes preocupaciones en torno a las cuestiones comerciales entre China y Estados Unidos y la ralentización del crecimiento en Europa y China están lastrando el mercado en general. Fundamentalmente, la subida de los tipos de interés podría frenar el crecimiento, mientras que el aplanamiento de la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro indica una inminente recesión.
Algunos de estas causas son más psicológicas que fundamentales y por lo tanto inestables, como las tensiones comerciales. Si el presidente Donald Trump decide hacer algún movimiento brusco, un acuerdo repentino seguramente despertaría los instintos animales en los mercados. La Reserva Federal ha indicado que frenará su ritmo de subida de los tipos de interés, que ya hemos dicho que es el principal motor entre las instituciones, y no la famosa guerra comercial. Por último, un acuerdo con el que Trump pueda presumir de su destreza negociadora puede provocar que los precios de las acciones se disparen.
Es cierto que nos encontramos hacia el final del ciclo económico y que el mercado alcista posiblemente más largo de la historia ya está presionando, como indica el aplanamiento de la curva de rendimiento. Pero históricamente, la recesión tarda un año o dos en asomar su fea cara, lo que indica que sigue habiendo vida en el actual mercado alcista.
Además, el equilibrio de la oferta y la demanda ha empujado la balanza del lado de los bajistas. El precio cayó por debajo de su línea de tendencia alcista desde la parte inferior de la última corrección de febrero de 2016. La MMD 50 (verde) cruzó por debajo de la MMD 200 (rojo), realizando un cruce de la muerte que tan ominoso suena, demostrando una disminución global de los precios. Por último, el cierre del viernes tuvo lugar por debajo de la consolidación desde mediados de octubre, bajista tras la caída de dos dígitos registrada en octubre. El RSI también cayó por debajo de su línea de tendencia alcista, lo que indica que el impuso está perdiendo fuelle.
Aun así, la penetración por debajo del patrón es de menos de un 1%, una clásica trampa para bajistas. El RSI está tocando techo. Podría no gustarle lo que ve y volver sobre su línea de tendencia alcista, pues los inversores más volubles podrían concluir que el riesgo es al alza. Finalmente, el cruce de la muerte es un indicador retrospectivo y puede resucitar igual de fácilmente.
En conclusión, el trading es un proceso de ponderación de pruebas y cuantificación de probabilidades.
Estrategias de trading
Los traders conservadores deberían esperar con una orden en corto hasta un repunte a la baja de al menos un 3% y tres días —preferentemente incluyendo un fin de semana—- durante los cuales el precio permanezca por debajo del patrón para evitar una trampa para bajistas. Luego, deberían esperan un movimiento de retorno que vuelva a demostrar la integridad del patrón, con al menos vela larga roja, envolviendo una vela verde anterior o una pequeña de cualquier color.
Ejemplo de operación:
Entrada: 2.600 tras caer primero hasta 2.560 para cumplir la penetración del 3%.
Orden de minimización de pérdidas: 2.650, por encima del repunte a la baja del patrón.
Riesgo: 50 puntos
Objetivo: 2.450, la cifra redonda por encima del objetivo implícito del patrón.
Recompensa: 150 puntos
Relación riesgo-recompensa: 1:3
Los traders moderados pueden posicionarse en corto tras un repunte a la baja del 2%. Entonces podrían esperar un posible movimiento de retorno para una mejor opción de entrada, pero no necesariamente hasta comprobar la resistencia.
Ejemplo de operación:
Entrada: 2.600 tras caer primero hasta 2.590 y completando un filtro del 2%.
Orden de minimización de pérdidas: 2.650, por encima del objetivo implícito del patrón.
Riesgo: 50 puntos
Objetivo: 2.450, la cifra redonda por encima del objetivo implícito del patrón.
Recompensa: 150 puntos
Relación riesgo-recompensa: 1:3
Los traders agresivos podrían posicionarse en largo a contracorriente con la esperanza de un repunte y justificando el riesgo con una relación riesgo-recompensa más favorable ya que el precio está cerca del nivel de apoyo.
Ejemplo de operación:
Entrada: 2.625, en torno al precio actual de su contrato de futuros.
Orden de minimización de pérdidas: 2.620, por debajo del precio del jueves.
Riesgo: 5 puntos
Destino: 2.700 cifra redonda psicológica.
Recompensa: 80 puntos
Relación riesgo-recompensa: 1:16
