Sara Busquets / Investing.com

BCE: Todas las puertas abiertas, pero solo cuando sea necesario

BCE: Todas las puertas abiertas, pero solo cuando sea necesario
Mario Draghi (BCE). EP

Con permiso de los resultados, el gran protagonista de esta semana será el Banco Central Europeo, que se reúne este 25 de julio de 2019 para anunciar una nueva decisión sobre tipos y, sobre todo, comentar, en la rueda de prensa posterior, cómo ven al mercado, dejando entrever próximas actuaciones en materia de relajación monetaria.

Los últimos vaivenes geopolíticos, negativos para el crecimiento mundial, y la presión sobre los bancos centrales para que actúen, ponen de nuevo sobre la mesa la necesidad del tan famoso “whatever it takes” de Draghi.

Llegados a este punto, los mercados no descuentan nada, ni siquiera un recorte de tipos.

Dicen los expertos de Bank of America (NYSE:BAC) que los inversores que esperen cambios hoy se sentirán decepcionados. “El mensaje de Draghi de hoy se centrará básicamente en confirmar lo que ya dijo en Sintra: que están preparados para aplicar una relajación monetaria ajustando todos sus instrumentos de forma apropiada con el objetivo de alcanzar la estabilidad de precios. Y que todas las puertas están abiertas para cuándo sea necesario”.

Añaden que el ‘forward guidance’ incluirá la palabra “reducir”, dejando la puerta abierta a un recorte de 20 puntos básicos para su reunión de septiembre con el tiering. “Siempre podrían darnos la sorpresa hoy, pero no creemos que los datos o las palabras de los miembros del organismo hayan dado pie a pensar en julio como el mes de los cambios”.

También apuesta por un movimiento en septiembre Axel Botte, estratega en Ostrum Asset Management, gestora affiliate de Natixis (PA:CNAT). De todos modos, advierte. “La política monetaria expansiva no está exenta de riesgos y podría provocar un retraso en la reestructuración corporativa, además de resultar ineficaz a la hora de intentar subir el nivel general de precios”. Para él, el valor de los bonos soberanos está en “España, a pesar de las dificultades para formar Gobierno, y en Portugal”.

Botte afirma que la reunión de mañana será el contexto idóneo para aclarar previsiones en torno a nuevas recompras de bonos y posibles recortes de tipos.

El recorte de tipos no lo descarta Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis. Este experto, en declaraciones a BloombergTV, ha asegurado que podríamos ver en un futuro un recorte, así como una política de QE que incluya no solo a los bonos, sino también a las acciones. De momento, cree que hay razones para posponer los estímulos, por lo que no prevé cambios en la reunión de hoy.

Tampoco duda de que hay margen para una relajación cuantitativa David Kohl, estratega jefe de divisas de Julius Baer (SIX:BAER).

“Aunque los préstamos corporativos se han mostrado sólidos recientemente, los bancos de la zona euro han intensificado sus condiciones de crédito debido a una mayor aversión al riesgo, unos mayores costes de financiación y las preocupaciones en torno al entorno económico global. Una situación a la que el BCE podría responder con más QE, algo que podríamos ver incluso hoy”.

Para ellos, unas condiciones más favorables en las operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTRO III) sería una posibilidad para ayudar a los bancos a tener unas mejores condiciones de crédito. “La demanda de crédito sigue siendo sólida, lo que permitiría a cualquier medida de este tipo actuar con efectividad”.

Finalmente, Franck Dixmier, director global de renta fija de Allianz (DE:ALVG) Global Investors, coincide con Bank of America al afirmar que todo aquel que espere cambios hoy podría sentirse decepcionado.

“Para los inversores, se espera que la reunión de hoy tenga poco impacto. Sobre todo, para todos aquellos que esperan una reducción de 10 puntos básicos en julio y 15 puntos básicos para finales de año. Para nosotros, la confirmación oficial de una política monetaria aún más flexible debería ser bien recibido y debería afirmar los tipos a niveles extremadamente bajos».

La Fed, ¿un ejemplo a seguir?
No olvidemos, además, que hay otra cita en el calendario a la que el BCE mirará de cerca. Y ésta es la reunión sobre tipos de la Reserva Federal. La esperanza casi unánime de que recorten los tipos de interés el próximo día 31 es lo que ha llevado últimamente a los mercados de renta variable a moverse en relativa calma y optimismo, pero habrá que ver qué sucede si finalmente se cumplen las quinielas y como responde, por ejemplo, el dólar a estos cambios de política monetaria en Estados Unidos.

“Hemos entrado en una fase de una guerra de divisas no declarada. A pesar de las negaciones del Sr. Draghi en Sintra, está claro que el impacto de los recortes esperados en los Estados Unidos sobre el dólar estadounidense es un elemento que el BCE debe tener en cuenta, a pesar del hecho no tener éste un objetivo de tipo de cambio. A medida que la economía europea se desacelera y la inflación cae, no sería apropiada una apreciación del euro”.

En los últimos días, las noticias en torno a la guerra comercial han hecho que el billete verde le gane el pulso a la moneda europea, enviándola a mínimos de dos meses, algo a lo que también contribuye el último dato de PMI manufacturas alemán. Si el BCE se muestra más ambicioso de lo esperado, la reacción del euro podría seguir siendo la bajista, declara Aitor Méndez, analista de IG.

“El escenario que podríamos considerar como caso base sería que el BCE comience a preparar el terreno para afrontar próximas bajadas de tipos de interés o que incluso abra la puerta a nuevos estímulos, aunque no dé el paso definitivo en la reunión de mañana. Todo lo que sea más ambicioso de eso debería enviar el euro a la baja y hacer que las bolsas y los bonos respondan al alza, a costa de unos ya muy castigados bancos”.

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