El Nikkei se desploma más de 3%

Coronavirus: el miedo a la ‘peste china’ desploma el Ibex 35 e infecta a todas las bolsas del mundo

La OMS pide al mundo que se prepare para una “potencial pandemia” por el coronavirus, cuando el porcentaje de fallecimientos se sitúa entre un 2% y un 4% en Wuhan (China) y alrededor de un 0,7% fuera

Coronavirus: el miedo a la 'peste china' desploma el Ibex 35 e infecta a todas las bolsas del mundo

Esto se está poniendo ‘color de hormiga’. La Bolsa de Tokio se desplomó este martes 25 de febrero de 2020 más de un 3 % al cierre debido a la creciente preocupación por el potencial impacto económico del coronavirus COVID-19.

El índice de referencia Nikkei cayó 781,33 puntos, un 3,34 %, hasta situarse en 22.605,41 enteros, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, bajó 55,74 unidades, un similar 3,33 %, hasta 11.618,26 unidades.

El parqué tokiota abrió la sesión a la baja y llegó a caer hasta un 4,5 % en la primera media hora de negociación, mientras los inversores asimilaban el empeoramiento de la propagación del virus en Italia, Irán o Corea del Sur, tras permanecer la Bolsa cerrada el lunes por festivo nacional.

La apertura de Tokio es un clavo más en el ‘ataud’ de las Bolsas mundiales, que la víspera se pegaron un cacharrazo general, encabezadas por Milán y el Ibex 35 que se desplomó.

En Europa las pérdidas rondaron el 4% el lunes, superando incluso el 5% en la bolsa Italia, la peor jornada para los parqués del Viejo Continente desde junio de 2016, tras el referéndum del Brexit.

Hl miedo al coronavirus ha borrado 420.000 millones de dólares (387.180 millones de euros) de las bolsas europeas, con los inversores huyendo en masa hacia activos considerados más seguros, como el oro o la deuda.

La caída superó el 5% en la Bolsa de Milán y el 4% en la Bolsa de Londres y de Madrid.

El Ibex 35 ha perdido este lunes un 4,07%, su peor sesión desde junio de 2016 hasta los 9.483 puntos. Los valores del sector turístico y los relacionados con las materias primas fueron los más afectados por la avalancha de ventas.

Las aerolíneas también han sufrido con especial virulencia el impacto del coronavirus. Y es que los inversores consideran que muchos de estos valores se verán obligados a rebajar sus previsiones de beneficio si la crisis sanitaria se prolonga en el tiempo. Los títulos de IAG se hundieron un 9,5% en la primera sesión de la semana en la bolsa española, despidiéndose de los 7 euros por acción por primera vez desde el 4 de febrero. La compañía ya pierde un 4,6% en lo que va de año.

Las pérdidas han sido aún mayores en otras plazas europeas, con desplomes de casi el 9% para Deutsche Lufthansa y Air France. Ryanair se hundió un 13% y Easyjet se llevó la palma con caídas del 16% en la Bolsa de Londres.

El contagio no ha tardado en llegar a Wall Street. Y con más virulencia si cabe que en Europa. Si muchos consideraban que la principal plaza financiera del mundo vivía en un estado de burbuja constante -con sus tres principales índices marcando máximo tras máximo-, esa burbuja ha estallado este lunes. El Dow Jones se dejaba más de 1.000 puntos (-3,5%) al cierre de la sesión (la peor en dos años), borrando la barrera de los 28.000 puntos que consiguió batir por primera vez en diciembre de 2019.

Por su parte, el S&P 500 retrocedió un 3% hasta los 3.232 enteros, mientras que el Nasdaq 100 cayó un 3,7% en los 9.221 puntos.

Igual que en Europa, el mercado de deuda actuó en esta ocasión como activo refugio. En EEUU, y con los inversores lanzándose a la compra de bonos, la rentabilidad del ‘treasury’ a diez años (que se mueve de manera inversa al precio) se ha hundido 7,3 puntos básicos hasta el 1,397%, su marca más baja desde julio de 2016 y a punto de rozar su mínimo histórico establecido en el 1,32%.

Los expertos coinciden en que el problema no es tanto la extensión del coronavirus como las medidas que se tengan que llevar a cabo para frenar su avance. Sobre todo porque si la actividad corporativa se detiene en China, las compañías en otras partes del mundo que dependen de sus suministros no podrán producir. Una perspectiva que también ha pasado factura a sectores como el automovilístico, con caídas que el lunes oscilaron entre el 4% y el 7% para valores como Ford, General Motors o Tesla.

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