Recesión económica: un anticipo de lo que puede estar por llegar a Europa

Ante todo pronóstico, los números hablan por sí solos. La rápida propagación del coronavirus, no solo ha provocado pánico en los mercados financieros de china, sino también de todo el mundo. La fuga de capitales, devaluación de las monedas frente al dólar y una creciente amenaza de recesión global son también las consecuencias de esta pandemia.

Recesión económica: un anticipo de lo que puede estar por llegar a Europa

La Oficina Nacional de Estadística (ONE) de China, informó que en los primeros dos meses de 2020, su producción industrial se desplomó un 13,5%, su peor caída en 30 años, debido al impacto de esta pandemia.

Pero no es solo China, el coronavirus ha dejado hasta el momento más de 215.000 casos de contagio en 165 países del mundo. La cifra de decesos en todo el mundo supera los 8.248.

El impacto económico se deja ver en la reducción de la producción, el consumo y, por supuesto, el turismo en todos los países afectados. Y eso deriva en consecuencias económicas.

Las cifras en el gigante asiático, apuntan a una gradual recuperación económica en marzo, pero la reactivación del PIB se topa con una dinámica global diferente. Su pausa económica a inicios de 2020 ha provocado un alza del desempleo, hasta un máximo histórico del 6,2%, con un incremento de 1,08 millones de desempleados en solo dos meses.

Un cálculo del The New York Times apunta que, entre los 1.400 millones de habitantes de China, al menos 750 millones sufren algún tipo de restricción en su libertad de movimiento. De ellos, 150 millones tienen limitada la frecuencia con la que puede abandonar su hogar.

Según Philippe Waechter, Jefe de Investigación Económica de Ostrum AM (Natixis IM), señaló que “el colapso de la producción industrial china es espectacular… este colapso de la producción industrial presagia cuáles podrían ser las cifras futuras en la zona euro«, ya que, tal y como indica, «estos datos funcionan como una medida del impacto que podría tener la epidemia», sentenció el experto.

Los especialistas de Deutsche Bank van más allá y hablan de las cifras de este ‘batacazo’ europeo. En una nota publicada este miércoles aseveran que la zona euro podría contraerse un 24% en el segundo trimestre de 2020, con Alemania sufriendo un retroceso del 28%. Estas caídas del PIB recuerdan a las sufridas durante periodos bélicos.

¿Recesión económica mundial?

Este miércoles Wall Street se hundió en un «mercado bajista» (bear market, en inglés), luego de que el índice Dow Jones terminara un 20% más bajo en relación a su récord alcista de febrero. Este ha sido el fin del período más largo de alzas en los mercados bursátiles en la historia de Estados Unidos.

Este escenario global ha alertado a las empresas y se están preparando para informar resultados en rojo, y ante una economía estancada, con descenso en las inversiones y menos consumo en los hogares, los efectos económicos de la pandemia están generando un aumento en el desempleo y estancamiento en los salarios.

Otra de las aristas que desprende de esta crisis es la recesión económica. Aunque exista un crecimiento global del 0,3%, se puede considerar como una recesión.

Las recesiones globales se definen generalmente como dos trimestres en los que el crecimiento anual del PIB se encuentra por debajo del crecimiento anual de la población; este último es, hoy por hoy, de aproximadamente el 1%. Cuando esto sucede, si se analiza el PIB en términos de renta per cápita se aprecia de forma clara la recesión de la producción.

Según Oxford Economics: «Europa, a diferencia de Asia, no ha logrado aplanar la curva y que los cierres como los impuestos en Italia y España se extenderán a otras partes de Europa antes o después»

Una posible recesión y depresión económica son escenarios que ya se pueden ver en los analistas económicos ante la propagación del coronavirus.

El asesor económico mundial de PIMCO, Joachim Fels, expresó en un comentario escrito que una recesión mundial parecía ser una «conclusión previsible» y que la tarea de los gobiernos y los bancos centrales era asegurar que la crisis «sea relativamente corta y no se transforme en una depresión económica».

Fels explicó vagamente una depresión como «una combinación de una prolongada caída de la actividad que dura más que unos pocos trimestres, un aumento muy significativo del desempleo y quiebres masivos de empresas y bancos».

Las estadísticas de China, subrayan el daño económico que la enfermedad ya ha causado, con una caída de la producción industrial del 13.5% y de las ventas al por menor del 20.5%.

 

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Autor

Yéssica Salazar

Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo. Con Máster en Gerencia y Tecnologías de la Información. Con infinito amor por el periodismo y los medios audiovisuales que me han permitido conocer nuevos senderos, diferentes y desconocidos.

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