La economía internacional sufre desde hace ya algunos años importantes desplomes y apalancamientos que ponen en alerta a los economistas a los gobernantes de los países. La irregularidad de los mercados, las condiciones desiguales entre unos y otros países o la inflación actual son algunos de los enemigos más poderosos del orden económico, por no hablar de la entrada en juego de un activo tan voluble como la criptomoneda. La realidad de nuestros días es que ninguna economía, por fuerte que sea, está libre de sufrir un colapso que provoque su caída.
Frente a estas posibilidades de debacle, algunos países y fortunas del mundo han comenzado a blindarse con el producto más seguro en materia de respaldo financiero: el oro. Desde tiempos ancestrales la humanidad ha tenido una apetencia por este metal precioso que no ha desaparecido con el paso de los años. De hecho, con la llegada de nuevas formas de valor para el intercambio como los billetes o el dinero digital, el oro se ha posicionado como el material que otorga valor seguro a una fortuna. ¿Por qué?
Como es sabido, también estos materiales como el oro, la plata, el diamante y demás sufren caídas y subidas como consecuencia de las variaciones del mercado, pero de un modo u otro supone un refugio para quienes desean tener un remanente fijo. El oro físico es lo más parecido que podemos encontrar al dinero en efectivo, por lo que en momentos de crisis podremos venderlo e intercambiarlo a cambio de dinero y recuperar parte de nuestro caudal perdido. De hecho, buena parte de la credibilidad económica de los países de basa en la cantidad de oro que tengan almacenada, ya que actúa como aval.
Esta característica lo ha convertido en un bien codiciado por quienes desean asegurar su poder adquisitivo. Invertir en oro es cada vez más frecuente y, teniendo en cuenta que se trata de un bien finito, todo apunta a que seguirá sumando adeptos. Pero, ¿cómo se puede invertir en oro?
Oro físico
Según los especialistas en economía e inversión, el oro físico es la forma más segura de tener oro en posesión, aunque no la única. Hablaremos de otras opciones más adelante. Invertir en oro físico es un proceso bastante sencillo, pues se trata únicamente de comprar este metal precioso al peso que deseemos o, mejor dicho, que podamos pagar. La ventaja del oro sobre otros metales con valores seguros es que una pequeña cantidad puede ser suficiente para cubrir una parte nada desdeñable del capital que se desea proteger. Por supuesto, cuanto más poseamos, más seguridad conferimos a nuestra economía, pero también será más difícil almacernarlo.
Para comprar oro no es necesario adquirir grandes lingotes, como muchos piensan. Para invertir en este metal se puede recurrir también a las joyas o a las monedas de oro, facilitando su adquisición y su almacenamiento seguro. Actualmente el gramo de oro ronda los 50 – 55 €, por lo que 1 kg necesitaría una inversión de más de 1.000 €. Lo mejor es que este peso en oro tampoco abulta tanto.
Productos financieros
El mercado financiero ha desarrollado nuevos método para que los usuarios puedan invertir en este valor seguro sin necesidad de hacerse con el metal en formato físico. De hecho, actualmente son numerosos los métodos online para invertir en oro. Los brockers en línea han facilitado mucho esta tarea y permiten a los especialistas actuar con más fiabilidad. Uno de los productos financieros más rentables para invertir en oro son los ETFs. Estos fondos cotizados tratan de imitar el comportamiento del oro en el mercado de las materias primas. El inversor tendrá un activo basado en el oro sin necesidad de adquirirlo físicamente.
Otra opción frecuente son los fondos de inversión de oro. En ellos el gestor compra acciones de todo lo relacionado con el metal (minería generalmente). La desventaja es que el precio del activo intenta replicar al del oro, pero no lo aplica directamente. De este modo, el aspecto de valor refugio propio del oro se desvanece en este formato.
¿En qué momento está el oro actualmente?
Aunque el oro se considera un valor seguro, también sufre caídas y subidas cíclicas ligadas a la economía, especialmente al dólar. Cuando el valor de esta divisa baja, el oro sube y viceversa. Precisamente en su crecimiento cuando el resto de la economía cae está el secreto de su éxito. Actualmente no es un momento especialmente rentable para invertir en oro, ya que el precio está al alza. Los periodos de bonanza económica son los más recomendables, ya que su coste será más asequible y podremos venderlo por un precio superior al de compra, lo que no siempre es posible. Situaciones como la que vivimos a día de hoy son las más favorables para la venta.
