Los expertos señalan que para que un tomate triturado y enlatado sea de calidad, siempre debe contener estos dos ingredientes: lógicamente tomate y un corrector de la acidez. De hecho la fórmula correcta es: aceite de oliva virgen extra, azúcar y tomate.
Aunque siempre es mejor hacerla en casa, con las proporciones que uno prefiera en base a la receta base, a la que podemos añadir otros ingredientes. Además, el tomate es de los pocos alimentos que mejoran cuando se cocinan correctamente.
El tomate es rico en Vitamina A y C, y licopeno un carotenoide que le da su color rojo característico. Además el 94% del tomate es agua, por lo que resulta fundamental para hidratarnos correctamente. Aporta unas 22 kilocalorías por cada 100 gramos, lo que lo hace ideal para dietas.
Lo cierto es que en el proceso de triturado y enlatado, el tomate pierde algunas de su propiedades, pero no es un producto dañino y puede utilizarse, en su justa medida, como sustituto del que elaboramos en casa.
Recuerda que un sofrito casero dos veces por semana, hecho con aceite de oliva, preferiblemente virgen extra, tomate y cebolla, dicen los médicos que es ideal para nuestra salud.