(PD).- Cuarenta muertos menos en Semana Santa en las carreteras que el año pasado. La cifra permitió ayer al ministro Alfredo Pérez Rubalcaba afirmar que es «la mejor de toda la historia» durante ese periodo. De 103 vidas perdidas en el asfalto durante 2007, a 63; de 62 heridos graves, a 26; con descenso en todas las franjas de edad, y dos Comunidades, País Vasco y Navarra, sin un solo muerto.
Escribe Cruz Morcillo en ABC que, pese a los buenos datos no hubo triunfalismo. «No son para apuntarse medallas, porque con 63 fallecidos no se puede estar satisfecho», aseveró el titular de Interior en funciones.
La palabra más repetida durante el balance de tráfico fue «prudencia» porque, como recalcó el ministro, «los tiempos cortos no permiten sacar conclusiones». Hasta ahora, en la siniestralidad laboral se producía un hecho llamativo.
En los últimos cinco años ha descendido el número de muertos, pero en Semana Santa esa tendencia no tenía ningún reflejo y no se bajaba de cien muertos. «La Semana Santa se ha normalizado, se ha comportado como el resto del año en accidentes», explicó Rubalcaba.
Las dos razones fundamentales del descenso son, a su juicio, el carné por puntos que aún sigue dando de sí y la modificación del Código Penal que entró en vigor el pasado 2 de diciembre; ambos han originado un cambio en los comportamientos de los conductores, según el ministro. La tendencia a la baja se sostiene en lo que va de año con 99 víctimas mortales menos que en el mismo periodo del año pasado.
Vigilancia y control
El titular de Interior incidió en que la vigilancia y el control han sido claves. Desde que entró en vigor el carné por puntos en julio de 2006, ya se han detraído 3.300.000 puntos; un millón de conductores han perdido alguno de sus créditos y 9.000 han perdido el carné entero o lo van a perder próximamente.
Además, se ha destinado a 600 agentes más de la Guardia Civil de Tráfico a estas tareas durante la Semana Santa (8.900).
Respecto a la reforma del Código Penal en materia de Seguridad Vial aprobada el 30 de noviembre, Rubalcaba también ofreció una serie de datos reveladores.
La Guardia Civil ha detenido a 5.939 conductores por ir al volante con una tasa de alcohol superior a la permitida; ha habido otros 115 arrestados por superar la velocidad establecida y se han remitido 6.054 denuncias a los Juzgados desde el pasado 2 de diciembre.
A la vista de las cifras se concluye que el 98 por ciento de las denuncias se imponen a conductores borrachos. «Cuando estudiábamos reformar el Código Penal pensábamos que la mayoría de infractores eran por exceso de velocidad, pero la realidad es otra», apostilló el ministro del Interior.
En esta Semana Santa, aparte de bajar de las cien víctimas, lo que nunca se había conseguido, se han reducido todos los promedios. Cada día se han dejado la vida en la carretera seis personas, frente a las 13 de 2001, por ejemplo, y eso pese a que los desplazamientos han superado los 15 millones. Los días con mayor siniestralidad fueron el Domingo de Ramos (9 fallecidos) y Jueves Santo (8).
Cataluña, la peor
La Comunidad donde se han perdido más vidas ha sido Cataluña, con 14 muertos, y en la que más ha descendido la siniestralidad, Andalucía, que ha pasado de 22 fallecidos en 2007 a siete durante esta Semana Santa.
En el análisis de la DGT se constata que las víctimas han sido menos en todas las franjas de edad, y la rebaja mayor se da en el tramo de 45 a 54 años (un 69 por ciento menos) y en los menores de 14 años, donde ha habido un muerto frente a los cinco de 2007.
Las recetas de futuro pasan por los réditos que aún puede dar el carné por puntos, el incremento de las medidas de vigilancia y control -más radares y más guardias civiles-, puesta en marcha de los planes de seguridad vial de las comunidades autónomas y los ayuntamientos; corrección de los numerosos «puntos negros» que aún salpican las carreteras españolas -«muy pocos en las de titularidad estatal», según el ministro-, además de la nueva penalización que entra en vigor el 1 de mayo. A partir de esa fecha, conducir sin carné será delito.
