(PD).- Algeciras es el final del camino para muchos «pasadores» de las mafias de vehículos de lujo robados que se pretenden vender en África. En lo que va de año, la policía ha recuperado en Algeciras 191 turismos de alta gama sustraídos, principalmente, en Italia, Francia y Bélgica.
Explica Cándido Romaguera en El País que las intervenciones se han incrementado notablemente desde que, el pasado día 15 de junio, se iniciase oficialmente la Operación Paso del Estrecho, el cruce masivo de ciudadanos magrebíes residentes en Europa que se dirigen a sus países de origen para pasar las vacaciones.
«La mayor afluencia de coches lleva a las mafias a intentar aprovechar los flujos con el objeto de pasar los vehículos a Marruecos», explica Iván Manzano, jefe del Grupo de Tráfico Ilícito de la Policía.
Desde que comenzó la operación se han recuperado 105 vehículos y detenido a 88 personas. La policía calcula que este año se van a superar los 262 vehículos que fueron decomisados el pasado año. «En esta misma semana han sido recuperados varios coches [dos Ferrari y un Porsche GT3 de Suiza] antes de que los robos hubiesen sido denunciados por sus propietarios», asegura el inspector Manzano.
Los vehículos permanecen en depósitos judiciales del Campo de Gibraltar a la espera de que sean reclamados por sus propietarios o por las aseguradoras. Si el dueño no aparece, salen a subasta.
El tráfico de vehículos robados comienza con el encargo a la banda de un modelo concreto. El ojeador lo localiza, se roba y se cambia la apariencia y el número de bastidor.
De la eficacia de esta última operación depende el precio final: si la manipulación es tan buena que permite al vehículo moverse con libertad por Europa, cuesta un 35% más. La documentación se hace con papeles oficiales en blanco falsificados o robados o manipulando la del vehículo robado.
«Es muy difícil para la policía conocer los lugares en los que se encuentran los talleres clandestinos en los que se preparan los coches. Por lo general, se encuentran fuera de nuestro país», señala Iván Manzano.
