(PD).- El 30,9% de las 172.518 condenas dictadas en 2007 fueron por delitos contra la seguridad del tráfico, seguido de las lesiones -17,6%-, los robos -11,7%- y los atentados contra la autoridad, que representan un 6,1% del total.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 70,8% de las personas condenadas son de nacionalidad española, mientras que entre el colectivo extranjero, los de origen iberoamericano representan la mayoría.
El 91% de las personas condenadas son hombres, con una media de edad de 34,5 años para los varones y 33,6 años para las mujeres. Destaca la franja de edad de 26 a 30 años, en la que se acumula el 18% de los condenados.
El 80% de las condenas, por un delito aislado
Ocho de cada diez condenados cometieron un único delito, el 92,4% de forma consumada y el resto en grado de tentativa.
Por penas impuestas, la pena de prisión es la más frecuente, que representa una cuarta parte del totla, seguida de la multa -23,2%-, inhabilitaciónespecial para empleo o cargo público -15,3%- y la de privación del carné de conducir -14,4%-.
Atendiendo al sexo del infractor, las penas privativas de libertad suponen un 27% de las penas impuestas para los hombres, un porcentaje que se eleva hasta el 32,4% entre las mujeres.
Las comunidades autónomas con más condenados fueron Andalucía (26.768), Cataluña (21.857) y la Comunidad Valenciana (16.729). Estos también fueron los territorios donde se registraron más delitos, mientras que la autonomía con un menor número de ellos fue La Rioja (1.363).
Sin embargo, si extrapolamos el número de delitos y condenas por cada mil habitantes, el ránking varía considerablemente. Las comunidades que podrían considerarse más seguras, con el índice más bajo de delitos por mil habitantes, son Castilla-La Mancha (2,40 delitos por mil habitantes), Castilla y León (2,48) y Madrid (2,71). En el extremo opuesto se sitúan Baleares(con una tasa de 5,62 delitos por cada mil habitantes), Murcia (con 5,01) y Cantabria (4,80), además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
