Te puede ocurrir en cualquier momento, pero las cifras cantan.
El verano, por el alto número de desplazamientos, y las elevadas temperaturas, es el período del año en el que se producen más llamadas a la grúa.
De hecho el 45% de las asistencias por accidente se concentra entre junio y septiembre, y en la época estival se demanda también el 35% de las asistencias en carretera como consecuencia de una avería en el vehículo, según Mapfre.
En cualquier caso, ojo al parche.
Según el Barómetro de Averías del Club RACE, las seis averías más habituales en verano son: los problemas con las baterías, los neumáticos y el motor estuvieron entre las principales causas de asistencia en carretera durante todo el año, seguidas por el desgaste de las pastillas de freno y los componente electrónicos, el deterioro en molduras, faros y pilotos y la rotura de cristales.
Uno de estos elementos es responsable de la mitad de las llamadas solicitando asistencia en carretera.
Se trata de la batería.
Más de la mitad (53%) de los partes que los clientes (6.000.000) dan a su aseguradora de automóviles en este periodo son por averías relacionadas con la batería del coche (que está descargada o hay que cambiarla).
Además, el 26% son causadas por percances en el motor o fallos en la instalación eléctrica del vehículo (8,4%).
Las averías en los sistemas de transmisión y de alimentación suponen el 3,8% y el 2,9%, respectivamente, del total de los siniestros, y los pinchazos y reventones o robos representan solo el 2,3% del total de llamadas al seguro.