Vender el coche viejo, siempre es un engorro, a menos que te conformes con cualquier cosa y lo entregues en el concesionario a la hora de comprarte uno nuevo.
Hay quien recurre a esas empresas especializadas que se anuncian en tele3visión, pero también son muchos los particulares que ponen directamente a la venta su coche.
Y aunque internet va ocupando cada día más espacio, una de las prácticas más tradicionales es colocar un cartel de ‘se vende’ en el propio vehículo.
Seguro que no sabías que esta arraigada costumbre puede conllevar una multa, que puede llegar a alcanzar los 1.000 euros.
Colocar este tipo de anuncios en las lunas de un automóvil con el que se va a circular está prohibido porque resta visibilidad al conductor.
Esto se considera una infracción grave que podría conllevar una sanción de 200 euros. En el caso de que el coche siempre esté estacionado, la sanción es más compleja porque depende de la normativa municipal.
Aunque no existe norma nacional, lo habitual es considerarlo prohibido por ser una variedad de venta ambulante ilegal y conllevar un uso indebido de la vía pública.
El importe par esta sanción varía entre los 200 y los 1.000 euros o más, en los municipios más restrictivos.
Asimismo, está política sancionadora se emplea para evitar las compraventas ilegales por grupos organizados de profesionales que se hacen pasar por particulares para no tener que ofrecer aquellas garantías que estarían obligados por su actividad profesional.
Entonces, ¿cómo hago para vender mi coche? Cuando nos enfrentamos a la venta de un vehículo propio tenemos dos alternativas: venderlo a título particular o a través de un concesionario.
Si te decides por la primera opción, también hay empresas, webs y tasadoras oficiales que facilitan la tarea.
Además, hay que preparar la documentación que el futuro comprador va a demandar y, también, revisar algunos de los principales elementos para garantizar al próximo propietario que está comprando un vehículo en buen estado.
