El estado de alarma paralizó cualquier tipo de actividad de forma que todos los procesos oficiales quedaron suspendidos con plazos y vigencias caducados ya que los usuarios no podían acudir presencialmente a las oficinas establecidas. De esta forma, al Gobierno le tocó conceder moratorias para que los permisos no quedaran caducados.
Millones de conductores deberían haber renovado su permiso de conducir entre el 14 de marzo y el 31 de mayo. Por este motivo, el Gobierno estableció que todos los usuarios afectados tenían de tiempo hasta el 21 de agosto para renovar su carné de conducir, y si no lo hacían se exponían a una multa de 200 euros.
La DGT estableció un plazo de 60 días después de acabar con el fin del estado de alarma para que los conductores con el carné caducado, pudieran ir a un centro médico homologado y realizar su renovación. La DGT ha recordado que el plazo sigue corriendo, y que los conductores afectados deben renovar su carné.
No es necesario acudir a la jefatura provincial, la DGT dispone de centros médicos que sirven como lugar al que proceder a la renovación del carné de conducir realizando las pertinentes pruebas médicas de visión y reflejos.
De esta forma, si un conductor afectado no acude antes del 21 de agosto a un centro médico se expone a que le caiga una multa de 200 euros, sin retirada de puntos.