La búsqueda de la máxima eficiencia y de alternativas que reduzcan tanto los consumos como los niveles de emisiones están llevando a los fabricantes a desarrollar sistemas innovadores para los ya complejos motores de combustión.
Parecía ciencia ficción, pero el Quantino, el novedoso vehículo desarollado por nanoFlowcell, impulsado por agua y sales, ya ha recorrido más de 350.000 kilómetros.
Así lo ha atestiguado la propia compañía liechtensteiniana en su página web, en la que destaca que únicamente se ha tenido que realizar un «mantenimiento normal» durante su larga travesía: cambio de frenos, neumáticos y poco más.
A diferencia de los eléctricos convencionales, que emplean baterías de iones de litio o pilas de combustible, utiliza la novedosa tecnología flowcell, de flujo, para impulsar cuatro motores eléctricos, que rinden 136CV en total.
A diferencia de otros modelos eléctricos, que funcionan mediante alto voltaje, el Quantino lo hace con un sistema de 48 voltios de bajo voltaje, más parecido al de los carritos de golf eléctricos, que reduce los requisitos en materia de seguridad.
Más en detalle, equipa dos depósitos que suman 350 litros de electrolitos -un depósito de gasolina normal es de 40 ó 50 litros de capacidad-, una combinación de agua y sales metálicas, sintéticas y naturales, denominada bi-ION desarrollada por nanoFlowcell, que circulan a través de una membrana para producir energía.
Evidentemente, no basta con recoger agua marina para alimentar el sistema, aunque la compañía asegura que la solución es «mediambientalmente sostenible».
Muchos son los que dudan de esta tecnología. No obstante nanoFlowcell asegura que en breve podría comenzar la comercialización.