La suspensión neumática es un sistema que deja atrás los tradicionales muelles de amortiguador para conseguir mayor comodidad en tu vehículo. En este caso se utilizan fuelles o cojines hinchables, piezas como estas se pueden conseguir en autospeed.es, para evitar el contacto directo entre las ruedas y el habitáculo. De esta forma se evita el choque vertical entre la mecánica, se reducen las vibraciones y aumenta el confort en la conducción.
Los fuelles o cojines hinchables se ajustan al compresor o la moto-bomba, que hacen la función de los muelles pero de una forma que se evita el contacto con el vehículo y conlleva un desgaste menor en la mecánica. Pero, ¿con qué otras partes cuenta la suspensión neumática?
Una de las piezas más importantes es el amortiguador, encargado de retener las vibraciones producidas por el terreno. También está la alimentación de aire, que refrigera el sistema y alarga su vida útil, además del acumulador de presión, necesario para limitar el roce con el compresor y que se encuentra dentro del grupo de válvulas. Pero una suspensión no podría ser neumática sin el muelle neumático, que sustituye al muelle de acero y es indispensable para suavizar el paso del vehículo por terreno irregular.
Cada pieza es fundamental en su funcionamiento y están disponibles en autospeed.es. Ahora toca el turno de conocer cómo funciona la suspensión neumática, pues muchos conductores están al tanto de esta parte de su utilitario, pero desconocen su funcionamiento. Lo explicamos. Imagina un circuito de aire a presión, en el que el aire se impulsa a través del compresor hacia el fuelle, que por la inercia levanta el chasis. Es decir, cuando el peso del aire aumenta, la altura del chasis se regula al aumentar la presión sobre los cojines antes mencionados.
Este tipo de suspensión se aplica sobre todo a los vehículos de la categoría SUV o todoterrenos gracias al fácil manejo y regulación de su chasis, y es más común sobre todo entre los coches de alta gama. Con la suspensión neumática se busca sobre todo aumentar el placer al conducir, consiguiendo una ergonomía única en todo el habitáculo. No importa que haya baches o irregularidades por todo el terreno, que la suspensión se amolda de forma perfecta a ellas y evita su incomodidad.
El chasis se mantiene firme y no varía la distancia al suelo, que es el principal problema de viajar por carreteras descuidadas o con anomalías. Tampoco importa que el coche porte carga extra en el maletero o lleve a demasiados pasajeros, ya que la fuerza de la suspensión ejercida sobre el chasis se mantiene y no varía. Además la suspensión neumática se puede aplicar, de forma indistinta, sobre el eje trasero o a las cuatro ruedas, algo que garantiza la estabilidad del vehículo.
Si conduces a velocidad alta, la propia suspensión baja el nivel del chasis para que la amortiguación sea más estable, mientras que a ritmo bajo sube el chasis para evitar cualquier dificultad. Esto, además de su beneficio en el confort, tiene relación directa con el menor consumo de combustible.