Mitsubishi Eclipse Cross, entre el ASX y el Outlander

Mitsubishi ha lanzado su apuesta para el segmento SUV con el Eclipse Cross, un vehículo que destaca por su seguridad, confort y diseño atrevido. Estará en los concesionarios en enero

Mitsubishi Eclipse Cross, entre el ASX y el Outlander
Mitsubishi The Motor Lobby

Como ya adelantó Mitsubishi en el pasado Salón del Automóvil de Ginebra, uno de sus modelos más míticos, el Eclipse, le ha cedido parte de su nombre al nuevo SUV de la marca nipona. Así, nace el nuevo Mitsubishi Eclipse Cross, un todocamino con líneas de coupé, que se sitúa en el segmento del mercado más popular del momento.

El Mitsubishi Eclipse Cross puede marcar un hito, ya que probablemente será el último producto antes de la alianza Renault-Nissan, por lo que será la creación final que cuente con genes 100% Mitsubishi. Se ubica entre el ASX y el Outlander, dos todoterrenos ya asentados en el mercado. De hecho, se ha reducido el tamaño del siguiente ASX para que los 4,40 metros del Eclipse Cross le coloquen en el medio de la familia.

Su diseño exterior es arriesgado, pensado para atraer a un público interesado en formas modernas, líneas sinuosas  y con gusto por un perfil afilado con toques deportivos. Un órdago en el que es fácil identificar a la marca, con un lateral en el que destaca la línea del techo y un trasero inclinado hacia delante. En el trasero, cuenta con la luneta dividida por la iluminación trasera, que está en punta.

En el interior, apuesta por un estilo tecnológico y sobrio. No se asemeja a los modelos ‘nave espacial’, en los que se llena el salpicadero de botones. El habitáculo sigue una línea continuista en cuanto al diseño, con plástico blando en la mayoría de la superficie. Además, cuenta con espacio interior de sobra como para alojar a todos los ocupantes cómodamente.

Por supuesto que el nuevo Mitsubishi Eclipse Cross no se queda atrás en conectividad. Han apostado por un sistema multimedia con conectividad para teléfono inteligente con funciones compatibles con Apple Car Play, Android Auto y Mirror Link. No se ofrece GPS integrado, ya que esas funciones se pueden suplir perfectamente con las aplicaciones citadas anteriormente.

La seguridad es uno de sus puntos fuertes, ya que ha conseguido 5 estrellas Euro NCAP, con sistemas como alerta de cambio de carril, detector de ángulo muerto, sistema de mitigación de colisión frontal y asistente de arranque en pendiente, entre otros.

Cuenta con tres acabados, Challenge, Motion y Kaiteki. El Challenge monta llantas de 16 pulgadas, barras portaequipajes, cristales traseros tintados, retrovisor fotosensible, luces diurnas LED y antinieblas delanteras, climatizador automático, volante de cuero multifunción, control de crucero o cámara de marcha atrás.

El Motion mejora las llantas de aleación hasta las 18 pulgadas, sistema de conectividad (Apple Car Play y Android Auto), mando táctil, Head-Up Display, cámara de marcha atrás con sensores de aparcamiento delanteros y traseros, climatizador automático bizona y apertura y arranque sin llave.

Kaiteki, el tope de gama, incluye tracción total, techo panorámico eléctrico, tapicería de cuero, asientos delanteros calefactables (el del conductor eléctrico), faros Bi-LED, equipo de sonido Rockford Fosgate y cámara de 360 grados, entre otras cosas.

En lo que respecta a las motorizaciones, de momento solo contará con un motor de gasolina de 1.5 litros DOHC de cuatro cilindros y 163 CV. Se puede seleccionar en una versión 4×2 manual y 4×4 automático. Alrededor de 2019 se incluirá en el catálogo el 2.2 DI-D turbodiésel, siendo automático y 4×4 exclusivamente. También en 2019 se especula con la posibilidad de una variante electrificada, que posiblemente se trate de un híbrido convencional o enchufable. El consumo es de entre 9 y 10 litros cada 100 km.

Los precios arrancan desde los 26.300 euros hasta los 36.000 del tope de gama.

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