BMW Vision Future Luxury: el lujo como clave de futuro

La firma alemana presenta con su último prototipo sus soluciones de futuro más vanguardistas y abre la opción de desarrollar un hipotético Serie 9, un coche que tendrá en el lujo más extremo como meta final.

BMW Vision Future Luxury: el lujo como clave de futuro
BMW Vision Future ESD

BMW está siendo una de las marcas del año, tanto por sus continuados lanzamientos hasta casi colapsar todos los nichos de mercado existentes como por las avanzadas tecnologías formuladas en prototipos como el último presentado estos días en el Salón de Pekín, el BMW Vision Future Luxury, una berlina de gran tamaño que interpreta el futuro del lujo para la firma de Múnich.

Y en esta inminente realidad, BMW apuesta por la elegancia de unos diseños exteriores más aerodinámicos y por las tecnologías de realidad aumentada en unos habitáculos en los que la fibra de carbono cada vez está más presente. En sus más de cinco metros de longitud (no se dice exactamente cuánto mide) el BMW Vision Future Luxury establece unos nuevos principios de interacción entre conductor y automóvil que podrían tener una gran acogida en un mercado como el chino, así como en otras economías emergentes, donde el tamaño, el estilo y en muchas ocasiones, la ostentación, son de vital importancia para triunfar.

Y este prototipo de BMW cumple con todos esos requisitos, hasta el punto de que un futuro coche de producción derivado del Vision Future Luxury podría incluso superar al actual Serie 7, la berlina de representación de la casa, y dar un salto tan grande en lujo y exclusividad que pondría en entredicho el papel de Rolls Royce dentro del  Grupo BMW. Se fabrique o no un futuro Serie 9, este primo de zumosol del Serie 7 destaca por una estética pulida aerodinámicamente hasta el último centímetro.

El frontal con los clásicos dos riñones sobredimensionados, una batalla alargada con voladizos cortos y bajos, la cabina más retrasada con una caída de techo típica de gran coupé en concordancia con la infinita línea del capó, y en contraposición con una tapa de maletero muy acortada. Además, destacan las tomas de aire dinámicas que BMW llama «air breather» en ambos paragolpes, elementos en relieve para canalizar de manera efectiva el aire y así refrigerar motor y frenos.

Como buen prototipo, el BMW Vision Future Luxury no perderá de vista la utilización de materiales de construcción ligera, como el aluminio en el finísimo y sinuoso pilar central –puertas suicidas incluidas- o la fibra de carbono en los umbrales de las propias puertas, soluciones que, según reza el comunicado, está en disposición de aplicar de manera inmediata en los venideros modelos de producción.

Revolución lumínica

Por fuera, la otra gran apuesta de BMW es en materia de iluminación, área en la que ha avanzado en los últimos tiempos por la senda de la tecnología laser y los diodos luminosos orgánicos OLED. Los faros laser, estrenados por el superdeportivo i8, están integrados en la parte delantera en unos contornos inclinados y enormemente estilizados, ofreciendo un nuevo estándar de brillo, alcance e intensidad, diez veces más intenso que los LED. Mientras, en la zaga, los estrechísimos pilotos con diodos luminosos orgánicos tienen como principal ventaja respecto al LED la uniformidad de la luz que generan.

El habitáculo también recoge soluciones que, en un corto espacio de tiempo, estarán presentes en modelos de venta al público. Cualquiera que se haya montado en un BMW de última generación, apreciará en el puesto de conducción tan deportivo una especie de cockpit en el que todos los mandos e instrumentalización están acentuadamente orientados hacia el conductor. Pues bien, el BMW Vision Future Luxury radicaliza más este concepto, encontrándose el conductor casi encajonado por una prominente consola central con ausencia total de botones y situado frente una triple pantalla de TFT, tras el volante: la central y principal, informativa y personalizable; la izquierda, con los menús del ordenador de a bordo, y la derecha la cartografía de la navegación y los sistemas de entretenimiento.

El Head-Up Display corona el puesto de conducción, mientras  que en el otro extremo del salpicadero, frente al acompañante, aparece una nueva pantalla de configuración libre. Este hipotético Serie 9 de BMW cuenta con un notable espacio de libre para las rodillas en la fila trasera que, conformada por dos butacas independientes y separadas por el túnel central, contarán con sendas tablets situadasen la parte posterior de los reposacabezas delanteros, o bandejas de cortesía de estilo avión para apoyar el portátil y poder trabajar cómodamente. Por su puesto no faltarán las aplicaciones los tapizados en cuero, y en menor medida en carbono y madera.

Este último guiño a una súper berlina de representación en BMW, superando al Serie 7, tiene su colofón con las soluciones de realidad aumentada -ya hemos hablado de que todo es digital, no ya botones apartes de los del volante-: el coche se pone en marcha tocando la pantalla principal y en el parabrisas se proyectan directamente informaciones de lo más variopintas gestionadas mediante órdenes de voz.

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