El nuevo Alfa Romeo 4C es un coche que llega dispuesto a romper moldes, un vehículo que se sale de la homogeneidad del mercado imperante y llega cargado de “alma”, y eso tendrá sus amantes y sus detractores. Con la premisa de contener el peso al máximo posible la construcción de sus chasis en fibra de carbono es un proceso en el que se invierten 5 horas con cada unidad. Los compuestos utilizados han sido fibra de carbono y aluminio por toda su estructura, y tan sólo se han montado algunas piezas de acero que sirven como nexo de unión entre los componentes mencionados para garantizar la máxima rigidez.
La calidad de fabricación de este modelo es máxima puesto que se fabrica en la factoría de Maserati en Módena, y al igual que su hermano mayor 8C Competizione, su chasis y bastidor es de estructura modular, que combina la fibra de carbono para el espacio del habitáculo con el aluminio para la zona de suspensiones. Sobre esta estructura se coloca una carrocería de fibra de vidrio y poliuretano que es pura ligereza. Con todo esto se consigue un peso máximo en vacío de 925Kg y una relación peso potencia brillante.
Su configuración de deportivo biplaza con motor central y propulsión trasera unido a ese peso pluma eleva el placer de conducción del Alfa Romeo 4C a niveles cercanos a superdeportivos que le duplican e incluso triplican en precio, y sin embargo su conducción resulta mucho más accesible que otros competidores en los que se puede pensar por concepto como el Lotus Elise o el Caterham Super 7. Movido por un motor de 4 cilindros turboalimentado de 1.750cc ubicado en posición central y que eroga 240CV de potencia y 350Nm de par motor, el Alfa es todo corazón, un coche que hace que la adrenalina hierva.
El sonido al arrancar el motor es excitante, y todos y cada uno de los movimientos de sus componentes son duros y requieren de la implicación del conductor. El filtrado es el justo y necesario, la dirección no tiene asistencia, los frenos son directos y crueles, y las prestaciones hacen que cada viaje sea una experiencia dinámica completa. Con una aceleración de 0 a 100Km/h en 4,5 segundos y una velocidad máxima de 258 km/h (cumpliendo la restrictiva normativa de emisiones Euro 6), el Alfa Romeo 4C encuentra en el circuito su lugar de “residencia” más adecuado.
El sistema de control del chasis DNA con matices específicos y función Launch Control, añade de hecho un nuevo modo Race que desconecta todos los controles y permite hacer una conducción absolutamente directa entre coche y piloto que no es recomendable practicar en carretera abierta. Este modo se suma a los conocidos All Weather, Normal y Dynamicque permitirán domarlo en el asfalto público. Además estos modos afectan notablemente a la inmediatez del cambio automático de doble embrague TCT de 6 relaciones de cárter seco que este modelo de la casa Fiat monta de serie, una caja rápida y brusca que marida a la perfección con el resto del coche. Un sistema de frenos de origen Brembo para los discos y pinzas delanteras redondea una máquina fabricada para disfrutar al volante, y un precio por debajo de los 60.000 euros hará que muchos se planteen si este es el juguete definitivo.