Poco, o muy poco, se sabe de este Renault KADJAR, ni dimensiones ni mecánicas ni fechas de comercialización ni siquiera unas primeras fotografías de estudio para aliviar la tensión previa a toda presentación. Nada de nada; únicamente un nombre en letras mayúsculas, sugerente, y con un punto amenazante, y un camino a recorrer vía redes sociales (con intrigantes y sucesivos spoiler) hasta que el 2 de febrero se desvele la línea completa del vehículo.
Del KADJAR (#KADJAR, este es su hashtag en Twitter) sabemos, y porque nos lo dice Renault, que es un nombre masculino construido en torno a dos sílabas; KAD y JAR. KAD se inspira directamente de quad, un tipo de vehículo muy vinculado al ocio, y JAR evoca a las palabras francesas ´agile´ (ágil) y ´jaillir´ (disparar). Y, parece ser, siempre según el comunicado de la marca gala, que la sonoridad y la propia ortografía de KADJAR están cargadas de exotismo, invitando a la aventura y a la búsqueda de nuevos horizontes.
Con el diseño completo por conocer, no hay que ser un gurú en la automoción para imaginar un Renault KADJAR con trazos estéticos similares a los de los últimos lanzamientos de la marca, es decir, del Captur, la nueva generación del Clio o el último restyling del Mégane, pero con las proporciones adaptadas a un automóvil que se presume más ancho, alto y largo que los citados y por lo tanto más capaz.A partir de aquí, y con una fotografía a los mandos de un Ala Delta con el eslogan ´atrévete a vivir´, todos son especulaciones. Estas indican que la ´premiere mundial´ del KADJAR será en el Salón de Ginebra (marzo); que el KADJAR ocupará la franja libre entre el Captur y el Koleos; y que estructuralmente, motores incluidos, tomará elementos del Qashqai de Nissan, marca hermanada con Renault en Europa.
Y es que, aunque el Captur, junto a los Juke, 2008, EcoSport o Mokka, han desviado parte de las ventas de los SUV hacia formatos más pequeños y urbanos, un trozo importante del pastel se lo siguen llevando los SUV de tamaño mediano, donde Renault flojea con un Koleos ligeramente más grande que la media de la categoría y sin apenas cambios desde el año 2008. Y ese es el déficit que debe cubrir el KADJAR, que se fabricará en la planta que Renault tiene en Palencia (el Captur se produce en Valladolid).