El futuro de la movilidad eléctrica pasa por las scooters

Scooters, el futuro de la movilidad eléctrica

Repsol participa en Scutum, una compañía española especializada en estos vehículos, que apuntan a dominar el futuro del sector

Scooters, el futuro de la movilidad eléctrica
Scutum The Motor Lobby

La movilidad sostenible es una realidad, gracias a los vehículos híbridos y eléctricos. No obstante, todavía no se ha asentado en el uso diario de las sociedades occidentales, en el que siguen dominando los motores de combustión. El principal problema es el precio y la autonomía de las baterías. A corto plazo, las mejores perspectivas para el vehículo eléctrico están en la moto de pequeña cilindrada para ciudad. Repsol participa en Scutum, una empresa española que ya dispone de un scooter para flotas y lanzará próximamente una revolucionaria batería extraíble para solucionar el problema de la recarga.

La intención de Repsol es centrarse cada vez más en el tipo de movilidad sostenible. Dentro de esta estrategia, la compañía también es socia de IBIL, gestor de carga de vehículos eléctricos basado en energía 100% renovable y que ya cuenta con más de 700 puntos de recarga públicos y privados en toda España. Repsol se ha unido a La Caixa y al Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CTDI) para invertir en Scutum, empresa de scooter eléctricos que inició su actividad en 2011 en Esplugues de Llobregat (Barcelona).

Las actuales prestaciones en autonomía, dimensiones o rendimiento de las motos eléctricas encajan con las necesidades de movilidad en las ciudades «y, según todos los estudios, este mercado va a experimentar un importante crecimiento en los próximos años», explica Carlos Bermúdez García, Gestor de Movilidad Eléctrica de Repsol. La inversión en Scutum, premio Eneragen 2015 a las Tecnologías de Mejora Energética en el Sector Transporte y también premio Emprendedor XXI el pasado año como mejor compañía en fase de crecimiento, «está alineada con nuestro objetivo de conocer de primera mano este negocio».

De los 200 millones de vehículos de dos ruedas que existen en el mundo, un 2% ya son eléctricos. Su demanda crece impulsada por las grandes flotas de reparto y las administraciones locales, que, además de la ausencia de emisiones y eliminación del ruido, valoran su bajo consumo de energía, unos 0’6 euros por cada 100 kilómetros.

En 2015 se vendieron en España cerca de 600 motos eléctricas, un 0,40% del total de vehículos de dos ruedas comercializados. «Todavía es un mercado pequeño pero el potencial de la moto eléctrica en menos de 125cc, que supone el 80% de las motos que se venden en Europa, es muy alto», afirma Carlos Sotelo, Consejero Delegado de Scutum. Las motos de estas cilindradas circulan sobre todo por ciudad «y pueden ser sustituidas en gran medida por vehículos eléctricos».

Scutum pretende crecer desde las aproximadamente 500 unidades que venderá este año hasta las 20.000 en 2020. Para ello ya comercializa la scooter S02, pensada para flotas, con un motor eléctrico que permite varias configuraciones según las necesidades del usuario. Con la batería más grande, de 6 kWh, la moto alcanza los 80 kilómetros/hora, tiene una autonomía de 100 kilómetros y, usando un enchufe doméstico, se carga por completo en 6 horas.

Hasta ahora los principales clientes son las empresas de mensajería o reparto, con rutas u horarios fijos y con unas motos que pernoctan en recintos cerrados donde se recargan. Correos, que quiere electrificar progresivamente su flota, acaba de adquirir 100 scooter S02, mientras servicios municipales de varias ciudadades, como Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), apuestan también por los scooter no contaminantes.

Los retos: recarga y precio «Aunque los precios están cayendo significativamente y hay cada vez más oferta de los fabricantes», los retos de la moto eléctrica siguen siendo la recarga y el coste. En el mercado del scooter, el problema de la autonomía está resuelto porque las baterías ya soportan unos recorridos urbanos que no superan los 25 kilómetros diarios para más de la mitad de los motoristas. Algunos modelos eléctricos casi doblan el precio de las motos de combustión equivalentes.

Para compensar esta diferencia el Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha puesto en marcha el plan MOVEA, dotado con 300.000 euros, y con ayudas de entre 1.500 y 2.500 euros para la compra de motocicletas eléctricas. Pero estas motos ahorran en energía, 99 euros si se realizan 5.000 kilómetros al año según la calculadora de la web de Scutum, «y apenas tienen mantenimiento porque casi todo es electrónica. Hasta el punto de que, cuando pongamos en circulación el scooter eléctrico para particulares, incluiremos el mantenimiento durante los primeros 4 años en el precio de venta», prosigue Sotelo.

Será la masificación de la moto eléctrica entre los particulares lo que marque la diferencia. «Persiste el miedo a quedarse sin batería, porque no se recarga en un momento como llenas un tanque de combustible» y para ello Scutum prepara su modelo S01, un scooter eléctrico con batería extraíble que los usuarios podrán recargar en sus hogares u oficinas. Scutum ha patentado a nivel europeo un sistema por el que la batería se convierte rápidamente en una maleta trolley y funciona así también como antirrobo. Con una autonomía de 70 kilómetros y una potencia de 0 a 50 kilómetros/hora en menos de 5 segundos, el modelo estará probablemente a la venta en 2017.

La batería supone hasta el 45% del precio en el modelo de Scutum con más autonomía. Para competir con las motos de combustión «creemos que la batería tiene que ser un elemento independiente de la moto y convertirse, porque sea de renting o de alquiler, en un coste mensual», asegura Sotelo. Con este sistema también se abre la opción de que las estaciones de servicio ofrezcan este recambio de baterías.

Repsol IBIL continúa con la extensión de su red de infraestructura de recarga y recientemente ha instalado las tres primeras estaciones públicas para motocicletas en el centro de Madrid. Las dos empresas de movilidad eléctrica participadas por Repsol han firmado un acuerdo de colaboración en aspectos técnicos y comerciales, que, entre otros, incluye proporcionar la recarga y la motocicleta eléctrica que usa el equipo de GP Repsol Honda en su paddock. Los vehículos eléctricos no serán la excepción y estarán conectados a nuestros teléfonos móviles para conocer su posicionamiento GPS o el estado de las baterías. Scutum ultima su primer scooter con conectividad, una evolución más en unas motos «que son ordenadores con ruedas y cuyo aspecto cambiará bastante en los próximos años», concluye Sotelo.

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