Dos de los principales reclamos que giran en torno a los coches autónomos y eléctricos son, respectivamente, el aumento de la seguridad y la disminución de gases contaminantes a la atmósfera. Pero hay una parte que también se ve implicada ante la llegada de estas tecnologías: los talleres.
Durante el I Observatorio de la Postventa Oficial que ha organizado Faconauto en Madrid se ha llegado a la conclusión de que la facturación de los talleres podría disminuir en un 70 % cuando estas tecnologías reinen en el asfalto. Y es que los coches eléctricos tienen menos componentes, pero no se debe subestimar el peligro que implica manipular la electricidad, según recoge motorpasión.
En cuanto a las -optimistas- previsiones para los coches autónomos, se estima que para 2030 podrían representar el 20 % de las matriculaciones en España. Debido a que su llegada supondrá un aumento de la seguridad en carreteras y una disminución de la siniestralidad, la facturación en los talleres de chapa y pintura caerá.
Sin embargo, se prevé que la facturación por reparaciones mecánicas aumentará hasta un 40 % por la complejidad de la tecnología que equipan.
El carsharing también tendrá un efecto positivo sobre la facturación mecánica, electromecánica y de mantenimiento a medida que este sistema de movilidad siga creciendo al ritmo que lo hace.