El Tesla Model S eléctrico, que muchos consideran uno de los vehículos más ecológicos, podría ser tan perjudicial para el medioambiente como los automóviles de gasolina y diésel, según reveló una investigación del proveedor de datos climáticos Engaged Tracking y publicó The Sunday Times el pasado 24 de junio.
Los especialistas de esa compañía británica utilizaron un enfoque distinto al que suelen utilizar los estudios de este tipo, en los que normalmente los vehículos eléctricos salen beneficiados. Así, tuvieron en cuenta las emisiones totales generadas durante el proceso de construcción y no solo el dióxido de carbono que producen durante su ciclo de vida, según RT.
De este modo, Engaged Tracking certificó que la producción de ese modelo y las instalaciones que se utilizan para generar la electricidad que permite cargar esos vehículos se alimentan con combustibles fósiles que producen casi la misma cantidad de emisiones de CO2 que los motores de los automóviles convencionales.
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