Como explicación no es muy buena, la verdad. A este conductor asturiano la imprudencia le ha salido cara por muchos motivos, pero quizás el que menos esperaba era que su historia se hiciese viral pocas horas después. Ocurría en torno a las diez de la noche de este pasado martes en la ciudad asturiana de Avilés, cuando el hombre iba ebrio al volante y se metió con su coche en una zona peatonal, según El Español.
Pero no, no se trataba de una calle sin más, sino que llegó a bajar unas escaleras hasta el paseo del río Magdalena y lo recorrió durante algunos metros hasta que su estrechez hizo que el turismo, un Volkswagen Golf de color rojo, se quedara encajonado y no pudiese avanzar ni hacia delante ni hacia atrás.
A este conductor asturiano la imprudencia le ha salido cara por muchos motivos, pero quizás el que menos esperaba era que su historia se hiciese viral pocas horas después. Ocurría en torno a las diez de la noche de este pasado martes en la ciudad asturiana de Avilés, cuando el hombre iba ebrio al volante y se metió con su coche en una zona peatonal.
Pero no, no se trataba de una calle sin más, sino que llegó a bajar unas escaleras hasta el paseo del río Magdalena y lo recorrió durante algunos metros hasta que su estrechez hizo que el turismo, un Volkswagen Golf de color rojo, se quedara encajonado y no pudiese avanzar ni hacia delante ni hacia atrás.
Así, le explicó a los policías que había llegado hasta el lugar siguiendo la ruta indicada en su GPS, así que si alguien tenía la culpa de lo que había pasado no eran las copas, sino el Google Maps. Los agentes, obviamente, abrieron diligencias contra el hombre por conducir bajo los efectos del alcohol.
Un gijonés ebrio baja con el coche por unos escalones por culpa del GPS en #Aviléshttps://t.co/3JMqvpn783
— EL COMERCIO (@elcomerciodigit) 16 de enero de 2019