El taller, Autos Fibra, se anunciaba en Instagram e incluso tenía un canal de YouTube, mientras que los clientes descontentos habían publicado comentarios en un sitio web de consumidores locales.
Después de recibir el aviso, los investigadores no tardaron mucho en encontrar lo que describieron como una «fábrica de automóviles de lujo clandestina» que fabricaba falsos Ferraris y Lamborghinis en el sur de Brasil, según recoge el autor original de este artículo Dom Phillips en theguardian y comparte Ivan Rastik para Periodista Digital.
El lunes, la policía de Itajaí, una ciudad costera de 215,000 personas en el estado de Santa Catarina, allanó un garaje donde encontraron ocho vehículos, dos «Ferraris» y seis «Lamborghinis», en varios estados de finalización, dijo el detective Angelo Fragelli al Guardian. . «Algunos estaban listos a medias, algunos estaban empezando», dijo.
Automóviles deportivos de lujo que costarían alrededor de £ 320,000- £ 640,000 ($ 400,000- $ 800,000) si se vendieran auténticos por £ 38,000- £ 53,000 ($ 47,000- $ 66,000), dijo la policía. Pero mientras que los exteriores parecían convincentes, al menos para un ojo inexperto, los motores provenían de otros vehículos, como un Mitsubishi Eclipse, un Alfa Romeo y un Chevrolet Omega.
«Los motores eran mucho menos potentes», dijo Fragelli. «El acabado dependía de lo que el cliente pudiera pagar».
No se realizaron arrestos, pero la policía dijo que acusarían a un hombre de 53 años y su hijo, de 29 años, que no fueron arrestados, por delitos de propiedad intelectual.
«Es un crimen contra la propiedad intelectual debido al uso de los logotipos y al uso de los diseños industriales», dijo Fragelli.
Los autos fueron documentados como «prototipos», dijo. «Pero hay indicios de fraude porque no se puede registrar un prototipo de automóvil hecho en casa con un logotipo de automóvil registrado».
Un bufete de abogados de São Paulo informó a la policía sobre el garaje, que fue contratado por Lamborghini después de alertar a la compañía de automóviles sobre las réplicas.
Bruno Ariboni Brandi, un abogado de Ariboni, Fabbri & Schmidt, dijo que su firma había trabajado en casos similares antes de detectar anuncios. En febrero, la policía allanó un taller similar cerca de São Paulo, pero Brandi dijo que se creía que el taller de Itajaí era el más grande de Brasil.
