En Filipinas las cosas se hacen a su peculiar manera. Este motorista no se lo piensa dos veces a la hora de amarrar una enorme paquete no identificado a su endeble motoreta. Ante la asombrada mirada de los conductores que le acompañan en su trayecto, el «manitas» filipino no duda en conducir tranquilamente y sin mirar atrás, según recoge RT y comparte Paula Dumas para Periodista Digital.