Estamos rodeados. Y por todos lados.
La Guardia Civil cuenta en la actualidad con varios modelos y tipos de radares, todos ellos enfocados a la prevención de dichas conductas intentando ser visibles y prevenir accidentes.
Las últimas novedades son el denominado Velolaser y los radares en vehículos uniformados, que por sus dimensiones permiten ser portados en motocicletas oficiales, con estos modelos se trata en el primer caso de disponer lo que se denomina «patrulla integral».
En el caso del Velolaser, puede ser operado desde cualquier ubicación y distancia al contar con tecnología 4G, y además es «indetectable» al utilizar un sensor láser de tecnología «LIDAR», lo que permite que las motocicletas se encuentren a cualquier distancia del aparato para la notificación de las infracciones.
Y en el segundo de los casos, en los vehículos uniformados, la tecnología utilizada son ondas de efecto Doppler, indetectable también con detectores convencionales, al operar en frecuencia distinta.
«Este es el nuevo concepto que la agrupación quiere trasmitir para que todos los conductores que circulan por las carreteras sepan que cualquier vehículo uniformado o no, incluso las motocicletas, pueden portar un equipo radar capaz de controlar las velocidades desde el mismo vehículo o a distancia».