El Ministerio de Transición Ecológica le romperá el bolsillo a los españoles.
La cartera, en manos de Teresa Ribera, aprobó la reforma del Impuesto de Matriculación lo que hará que la totalidad de los coches que se compran en España no tendrían ningún tipo de exención fiscal.
A pesar de que el gobierno de Pedro Sánchez prometió que las cargas de tipo fiscal sólo aumentarían para los ricos, a las pruebas nos remitimos para demostrar que todos los españoles llenarán las arcas del PSOE y Podemos. Incluso, con respecto a la comida que compran y que los veganos del gobierno no clasifiquen como saludables.
Al menos que se quiera comprar un vehículo eléctrico, el español tendrá que pagar un impuesto más altos para poder conducir su nuevo vehículo. Gracias al ministerio, los nuevos automóviles que se vendan serán, de media, 1.100 euros más caros.
El gobierno ‘castigará’ a golpe de impuestos a los compradores que opten por un coche híbrido, diésel o de gasolina. La también vicepresidenta del Gobierno declara la guerra frontal y sin miramientos a la compra de todos los vehículos que no tengan 0 emisiones. Sin embargo, como era de esperar, los socialistas y comunistas no sólo quieren ganar dinero de los coches nuevos, sino que también aumentarán su tajada en el mercado de segunda mano.
Por ejemplo, a los vehículos del segundo tramo -comprendido entre los 120 y 160 gr/km CO2- hasta este 2020 se les grava con un 4,75%, sin embargo, si la reforma del Gobierno se aprueba, el nuevo gravamen sería del 9% para los vehículos que emitan entre 121 y 140 gr/km CO2 y del 11% para los que pertenezcan al tramo 141-160 gr/km CO2. Es decir, si le apetece comprarse una ranchera que produzca 150 gr/km CO2 de 30.000 euros tendría que dar a Hacienda 2.700 euros para que le den la matrícula para poder circular. En la actualidad, abonaría sólo 1.425 euros para lo mismo.
El tercer tramo que existe en la actualidad (161-200 gr/km CO2), con una tributación del 9,75%, se dividiría en tres nuevos tramos. A saber: 161-170; 171-190 y 190-199 gr/km CO2). Y sus subidas también son proporcionales a que son vehículos con mayor emisión: las tasas se establecerían en un 12%, 13% y 14%, respectivamente. Es decir, si usted quiere comprarse un vehículo de 15.000 euros que emita 199 gr/km de CO2 a la atmósfera, se dejaría en el impuesto de matriculación 2.100 euros adicionales.
Y si piensa comprar un vehículo que supere las emisiones de CO2 a más de 200 gr/km el tributo que tendría que abonar sería de un 15%. Un incremento menor, ya que, hasta el momento se gravaba a estos vehículos, los más contaminantes, con un 14,75%. Aquí, nuevamente la fiscalidad sería elevada para desincentivar el uso de estos vehículos nocivos para el medio ambiente. Matricular un coche de 18.000 euros de estas características, le costaría 2.700 euros.
