Tanto el Porsche Macan como el Lexus NX son dos de los modelos que cualquier comprador de un SUV de tamaño medio aspiraría a poder tener aparcado en su garaje independientemente de lo que su cuenta corriente finalmente le permita, y cada uno lo es por unas razones bien definidas. El espíritu deportivo del alemán cobra su máxima expresión de versatilidad en este modelo, ya que con un peso mucho menor que el Cayenne y con una estética mucho más armónica que enamora consigue unas sensaciones al volante de verdadero deportivo. El japonés por su parte recurre a una estética angulosa muy impactante y a la exclusividad de su sistema híbrido para ser uno de los todocamino que más llama la atención en tráfico rodado, siendo además de los más agradables para un uso urbano.
Ambos modelos superan los 4,6m de longitud con siluetas de tipo SUV y carrocerías que vistas de perfil insinúan la forma de un coupé por la acentuada caída de sus respectivos techos hacia la zaga, pero ambos cuentan con suficiente espacio interior para servir de coche familiar. Maleteros de más de 500 litros y unas plazas traseras generosas se encargan de ello. La calidad interior de ambos modelos es soberbia, y aunque el japonés cuenta con el mejor interior de la gama con abundancia de cuero y una estética muy futurista, las reminiscencias del Porsche a sus hermanos de gama y unos acabados que rayan al máximo nivel crean una atmósfera más propicia para el disfrute al volante.
Bajo el capó de estos SUV es donde yace la gran diferenciación de los modelos y lo que a la postre creemos que decantará la decisión de compra de sus potenciales y afortunados clientes. El Porsche Macan S diesel apuesta por un bloque de 6 cilindros en V turboalimentado de 258CV y origen Audi convenientemente personalizado, mientras que el Lexus NX300h recurre a una combinación de motor de gasolina de 2.5 litros y 155CV con una unidad eléctrica (o dos si es la versión 4×4) de 143 CV que le apoya, declarando una potencia conjunta de 197CV. Si la diferencia sobre el papel no parece muy abultada, en condiciones reales marca mucho el hábitat predilecto de cada uno, siendo las vías rápidas y las carreteras el del Macan y la ciudad pura y dura el del Lexus.
Una cuestión de mesura
El Porsche es puro equilibrio y satisfacción al volante, con una sonoridad alejada del traqueteo del gasóleo y unas prestaciones con las que el Lexus sólo puede soñar. Acelera de 0 a 100 en 6,3 segundos (3 segundos más rápido) y alcanza los 230 km/h de velocidad máxima (50 km/h más). Además, los 580Nm de par y el cambio de doble embrague de 7 velocidades obran maravillas en las recuperaciones y en la eficiencia, consiguiendo una media de consumo en uso real que se puede quedar en los 7,5 litros a los 100 sin esfuerzo. Todo ello con una sensación de deportividad al volante que casi ningún SUV del mercado puede ofrecer.
El sistema híbrido del NX 300h lo hace un coche perfecto para hacer kilómetros en ciudad con suavidad y tacto, siendo este el escenario ideal para conseguir que el consumo se quedecerca de la cifra oficial homologada: 5,3 l/100 en ciclo mixto. La mayor pega que tiene el NX es que su autonomía 100% eléctrica es de menos de 2Km, y eso cuando modelos como el Porsche Cayenne Hybrid consiguen 40Km es muy limitado, pues seguro que el Macan tendrá su versión correspondiente en el futuro. Es en ciudad y circulando con su característico silencio de rodadura cuando el SUV de Lexus más satisface a su conductor, pero en cuanto exige un poco de brío a su mecánica con aceleraciones fuertes, el resbalamiento de su transmisión, la elevada sonoridad mecánica y la falta de respuesta deja un amargo sabor de boca, pues no se obtienen la respuesta ni las prestaciones que se presuponen en un coche de su categoría, por no hablar de como se eleva el consumo…
La tarifa del NX 300h F-Sport es de 55.900 euros, pero su equipamiento de serie es soberbio, dejando únicamente en opción la pintura metalizada (1.100 euros) y el navegador premium Navibox (1.500 euros). El Porsche Macan S Diésel parte de 63.100 euros pero su lista de opciones está tan nutrida y es tan exclusiva que podemos llegar al 50% del coste sin despeinarnos. Si bien es verdad que los avances en seguridad, confort, deportividad, personalización y multimedia juegan en otra liga, y el Porsche resulta al final mucho más coche, y eso se paga. Una mezcla de ambos modelos podría configurar el vehículo perfecto, y no hay que tener mucha imaginación para pensar como iría un Macan híbrido con 40Km de autonomía eléctrica, un consumo por debajo de 3,5 litros a los 100 y unas prestaciones de infarto…
