Izquierda Socialista advierte al Gobierno que una huelga general tendría un efecto «demoledor»

El diputado del PSOE y portavoz de la corriente interna Izquierda Socialista Juan Antonio Barrio de Penagos, considera que el Gobierno debeería plantearse «en serio» la posibilidad, que él calcula en torno al 50%, de que los sindicatos convoquen una huelga general, porque, aunque la gente no esté «muy por la labor», para el Ejecutivo tendría un efecto «demoledor». «Supongo que eso sí que lo tendrán claro», advirtió.

Según comentó a Servimedia, el golpe de mano que dio el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al avisar de que el próximo día 16 habrá reforma laboral «se produzca un acuerdo o no» entre los agentes sociales, «se veía venir». En su opinión, el Ejecutivo «tenía que dar una fecha definitiva y no más plazos».

Sin embargo, el portavoz de Izquierda Socialista cree que «la cuestión es que no se ve ninguna perpectiva de acuerdo» entre patronal y sindicatos. En ello influiría que el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, «está prácticamente en funciones» y, sobre todo, que dicha organización se sabe «a favor de corriente» y que «lo que salga les va a beneficiar». Por ello, considera que «la negociación fundamental en estas dos semanas» debe realizarse entre el Gobierno y los sindicatos.

En concreto, Barrio aconsejó a ambos interlocutores que, al menos, pacten «los desacuerdos» para evitar esa hipotética huelga general, que, en cualquier caso, él prevé que no se convocará para finales de este mismo mes, como se ha llegado a sugerir.

El diputado socialista ironizó sobre la urgencia de llevar a cabo una reforma del mercado laboral: «�Tú no ves un clamor social, no sales a la calle y te pide todo el mundo una reforma laboral, el taxista, el kioskero..?». En su opinión, el coste por despido «tiene poco que ver con las contrataciones», porque en la actual situación «no se contrata ni con 33 días ni con nada», y «la mejora que va a haber» de los datos del empleo tampoco «se podrá achacar a eso», sino a que «ya hemos tocado fondo».

Por ello, Barrio mostró expresamente su desacuerdo con el abaratamiento del despido. Con respecto al «kurz Arbeit» (el llamado contrato austríaco), apuntó que «puede ser interesante si se aplica a ciertos sectores» donde haya gran movilidad, no tanto por la reducción de jornada sino por el fondo que cubre las indemnizaciones por despido y el trabajador se lleva de una empresa a otra. Sin embargo, lo ve «dudoso» si se aplica «de golpe y de forma totalmente generalizable», como teme que se está barajando.

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