Zapatero asegura que el diálogo «siempre es útil, haya acuerdo o no»

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró esta tarde que el diálogo social «siempre es útil» al margen de que finalmente haya o no acuerdos, y se mostró convencido de que la reforma laboral será «mejor» al aprobarse tras meses de escuchar a empresarios y sindicatos.

Rodríguez Zapatero se refirió a la reforma laboral justo el día en el que se ha constatado la falta de acuerdo y al participar junto a Felipe González en un acto conmemorativo del centenario del alta como diputado de Pablo Iglesias, fundador del PSOE y de UGT.

«Hemos dialogado mucho. El diálogo es siempre útil, haya acuerdo o no. Siempre es útil porque se contraponen las ideas, se escucha a los demás, y seguro que la reforma va a ser mejor después de haber dialogado».

Reiteró que los objetivos de esa reforma son facilitar la creación de empleo, combatir la dualidad y la precariedad laboral y hacer más flexibles a las empresas para adaptarse mejor a las circunstancias de cada momento.

El presidente criticó expresamente a quienes han pedido suprimir las subvenciones públicas a los sindicatos argumentando que ese dinero permitiría no congelar las pensiones, y subrayó que gracias a la labor de los sindicatos las pensiones están extendidas, por lo que censuró «la demagogia de quienes los criminalizan políticamente».

Rodríguez Zapatero se refirió a otra reforma pendiente, la reestructuración del sistema bancario, de la que dijo que está «prácticamente completada» para enviar el mensaje de que «hemos hecho los deberes a tiempo», y queda «pensar en el sistema de pensiones a largo plazo» como se hizo en 1985.

En ese escenario, expresó su deseo de que la oposición «cambie la actitud» de intentar aprovechar la crisis para forzar un cambio político porque «normalmente eso no funciona, lo que funciona es pensar primero en España y después en los intereses partidistas».

El presidente subrayó la «fuerza» que demuestra el PSOE ante las dificultades y la «unidad, coherencia y responsabilidad» que ha mostrado desde el inicio de la democracia con una forma de hacer política basada «en la lealtad, la disciplina y la coherencia», que agradeció expresamente a todos los parlamentarios socialistas.

Después de que Felipe González aconsejera al PSOE cómo actuar en momentos de «depre colectiva», Rodríguez Zapatero espetó que «de depre nada» y que los socialistas «no estamos nada deprimidos. Estamos con todas las fuerzas y todas las ganas» para superar la crisis y «cambiar las cosas que hay que cambia».

A lo largo de los años, aseguró, ese sentido de unidad y de solidaridad, y el compañerismo entre los parlamentarios socialistas «se ha fortalecido».

«Mantengámoslo por encima de todo porque es fundamental para la tarea que tenemos por delante y porque debemos de dejar esa huella, esa manera de ser a los que vengan en el futuro a tener las máximas responsabilidades».

El presidente dio la razón a González cuando criticó la «irresponsabilidad» de Duran i Lleida al anunciar el rechazo a unos Presupuestos que aún no conoce, pero se mostró partidario de darle tiempo porque no está «seguro de lo que van a hacer».

«Ni yo», dijo González con una sonrisa, suscitando ese mismo gesto en otros muchos parlamentarios socialistas.

Al desgranar las grandes aportaciones del PSOE a la democracia, Rodríguez Zapatero volvió a referirse al partido «de las políticas sociales» y el plan de ajuste es precisamente «en requisito» para poder fortalecerlas en el futuro.

Lo que está en cuestión, alertó, es el futuro de Europa como el único espacio en el mundo que ha hecho compatible la generación de riqueza con un amplio estado del bienestar, y por eso hay que salir de la crisis conjurando el riesgo de que unos países de la zona euro vean a otros como una carga.

 

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