El gasto del Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción (Prodi) ha alcanzado hasta el momento un total de 1.392 millones de euros, según avanzó este martes la secretaria de Estado de Empleo, María Luz Rodríguez, en su intervención en la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso de los Diputados.
La secretaria de Estado compareció para ofrecer los últimos datos sobre este programa, que concluirá el próximo 15 de febrero y que hasta el momento ha permitido beneficiarse de la ayuda de 426 euros a un total de 743.760 personas.
De esta cifra, algo menos del 45%, unos 330.000 beneficiarios, lograron encontrar un empleo. El número de solicitudes presentadas ha ascendido a 1.066.985, de las que se han aprobado 743.760.
El mayor porcentaje de solicitudes corresponde a Andalucía, con un 24,8% del total, seguida de Cataluña, con un 13,9%, y de la Comunidad Valenciana, con un 13,4%.
PERFIL DEL BENEFICIARIO
Según los datos aportados por la secretaria de Estado, el 55% de los beneficiarios han sido hombres y el 56% tenían edades comprendidas entre los 25 y los 40 años, siendo el intervalo de 25 y 29 años el más numeroso.
La edad de los beneficiarios explica que un 48% de ellos declaren no tener familiares con los que convivan, mientras que el 18% afirman convivir con sólo una persona.
En cuanto a los sectores de los que proceden las personas que acceden al Prodi, destacan los asociados al inmobiliario y las actividades relacionadas con ellos.
En su intervención, Rodríguez subrayó que una vez concluya el programa se iniciará «una nueva fase» con la que el Gobierno «quiere dar un paso más» y que estará ligado a las políticas activas de empleo.
Dentro de estas medidas, la secretaria de Estado recordó que el Ejecutivo ampliará en 1.500 orientadores las plantillas de los servicios públicos de empleo, que tendrán como prioridad a los parados que hayan agotado sus prestaciones.
ACTIVIDADES FORMATIVAS
Además, anunció que este colectivo tendrá una cuota reservada en las actividades formativas. En este sentido, subrayó que el Ejecutivo quiere evitar «tener una generación subsidiada y perdida para el empleo y el mercado de trabajo». En su opinión, toda persona en desempleo «lo que quiere no es percibir un subsidio, sino trabajar».
En cuanto a la atención a los parados, apuntó que la reforma de las políticas activas tomará como modelo los «itinerarios personalizados», que serán un «requisito previo» para la participación de los desempleados en los programas de formación.
