(Ampl.) Blanco, satisfecho con el laudo, asegura que AENA lo cumplirá «de la A a la Z»

El ministro de Fomento, José Blanco, se mostró hoy satisfecho con el laudo arbitral en el conflicto entre los controladores y AENA, entregado esta mañana por el árbitro Manuel Pimentel y que supone al fin la firma del segundo convenio colectivo de los controladores aéreos, que tendrá vigencia hasta 2013.

Blanco, quien aseguró que AENA cumplirá el laudo «de la A a la Z», resaltó que con éste se cierra un nuevo convenio tras once años desde que se aprobó el primero y seis años después de que se tuviera que aprobar el siguiente.

El responsable señaló que el proceso ha sido «difícil» y recordó que «muchos lo dieron por imposible», por lo que felicitó tanto a AENA como a la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) «por sus esfuerzos negociadores» y por haber acudido a un laudo voluntario que culmina el proceso de negociación de forma «consensuada».

También felicitó a Pimentel «por haber cumplido con su encargo en tiempo y forma». «Esto es un laudo de consenso y por lo tanto no hay ni vencedores ni vencidos», aseveró.

«No veo este acuerdo ni como un éxito personal ni como una derrota para nadie, el único propósito del Gobierno es que gane la economía de España y mejore la de todos los españoles», aseguró el ministro.

Blanco destacó también que se ha demostrado que el procedimiento del laudo voluntario «es una forma eficaz para enfrentar este tipo de negociaciones enquistadas» y se congratuló de que el nuevo convenio vaya a proporcionar «estabilidad» a los profesionales del control aéreo.

Según detalló, el gestor aeroportuario está analizando en estos momentos el contenido del laudo «de manera pormenorizada». «Les puedo asegurar que AENA lo cumplirá de la A a la Z», insistió, señalando que les gustaría «escuchar» el mismo compromiso por parte de los controladores.

El laudo abre además «perspectivas de mayor colaboración» entre AENA y los controladores, destacó Blanco, quien consideró «una prioridad» la reforma de los servicios de navegación aérea dentro de las modificaciones que se están llevando a cabo para impulsar la competitividad.

«Nos quedan por delante importantes desafíos», destacó el ministro, que recordó que el mayor de ellos es la aplicación del nuevo modelo aeroportuario. «Si algo demuestra esta negociación que acabamos de culminar es que con perseverancia y diálogo no hay nada imposible».

EQUILIBRIO ENTRE PRODUCTIVIDAD Y SALARIOS.

Sobre la jornada laboral, Blanco consideró que la fijación de las 1.670 horas para 2011 y 2012 y de las 1.595 horas viene a resolver un conflicto y destacó que el objetivo es buscar el equilibrio entre la productividad y los salarios.

En cuanto a la consideración de las 1.670 horas como jornada laboral en vez de jornada aeronáutica y la inclusión de horas para formación laboral aparte, Blanco señaló que «si el laudo ratificara todo lo que ha puesto AENA encima de la mesa, sería un laudo parcial», y ya que no lo es, pues se han reconocido las peticiones de ambas partes. «El laudo obliga a todos», insistió.

«AENA y sus trabajadores tienen el mismo derecho que en una empresa normal, siempre ha sido así», insistió, destacando que todas las personas tienen derecho a baja. «Lo contrario era una falsedad», destacó haciendo referencia al contenido del Real Decreto del pasado 2 de diciembre, previo al ‘plante’ de los controladores.

Por otro lado, aseguró que «la inmensa mayoría de los trabajadores» no ha llegado en 2010 a las 1.670 horas. Sólo había «casos excepcionales» que habían superado esas 1.670 horas en Santiago de Compostela porque computaban como horas de trabajo horas sindicales.

Además, el ministro recordó que por el momento, todas las sentencias de lo social en relación con el conflicto con los controladores, que son cerca de 50, «han dado la razón a AENA».

Sobe el futuro impacto económico en recortes de costes del laudo, Blanco consideró que es «prematuro» hacer una evaluación sobre el impacto económico del mismo aunque establezca un nuevo escenario.

En cualquier caso, recordó que en el año 2009 se pagaron en horas extraordinarias 360 millones de euros y en 2010, 3,5 millones de euros, lo que supone «una reducción sustancial».

Por último, recordó que el laudo sólo afecta a los controladores de AENA, y no a los que se introduzcan con la privatización de las torres, que tendrán su propio convenio según la empresa.

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