Rubalcaba urgió a sindicatos y empresarios a tejer una nueva política de rentas para reinvertir parte de los beneficios empresariales y se moderen los salarios
Más información
La primera, en la frente. Así se resumiría coloquialmente la acogida que ha tenido entre las centrales sindicales y la patronal la propuesta que se sacó ayer Alfredo Pérez Rubalcaba de la «chistera» de su candidatura a la Presidencia del Gobierno.
Escribe E. Montañés en ABC que, a pesar de haber formado parte del Ejecutivo que negoció la reforma del acuerdo de negociación colectiva esta pasada primavera, el nuevo aspirante a La Moncloa del PSOE cree que faltó hilvanar una «auténtica política de rentas» concertada para que redunde en una mayor competitividad de la economía y genere empleo.
Por ello, ayer salió en una escenografía y un momento oportuno, en plena crisis de la deuda y pasado el «escozor» temeroso a un «lunes negro» en las bolsas, y emplazó a sindicatos y empresarios a alcanzar ese pacto que logre una mayor moderación en los salarios y también se reinvierta parte de los beneficios que consiguen las empresas para crear puestos de trabajo.
Pero la propuesta ha hecho pronto aguas. No la compran ni unos ni otros. De hecho, no habían pasado ni unas horas de la rueda de prensa en el cuartel socialista del cántabro cuando Comisiones Obreras salió a tachar de «sorprendente y contradictoria» la iniciativa.
El secretario confederal de Formación Sindical de CC.OO., Antonio Camacho, ya desgranó este 8 de agosto de 2011 que la fórmula ideada por el equipo asesor de Economía de Rubalcaba adolecía de varias contradicciones, como el hecho de que en el acuerdo interconfederal vigente para la negociación colectiva entre patronal y sindicatos, el Gobierno del que formaba parte Rubalcaba decidió apostar por las tesis de los empresarios y rompió las postreras negociaciones.
Camacho acusó al candidato de «falta de credibilidad».
Hoy ha sido la patronal empresarial la que da por «complicado» el acuerdo que demanda el político. El rpesidente de la patronal madrileña CEIM y vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, se ha mostrado «dispuesto» a retomar las conversaciones con los sindicatos en materia de rentas y salarios, si bien ha advertido que cuando el pacto estuvo a vista de pájaro, no se logró, ha afirmado en una entrevista en RNE. Fernández también ha reprochado que el Ejecutivo ya se demoró «más de un año» para reformar el mercado laboral «y al final no lo ha hecho».
Dudas a que dé tiempo a la negociación colectiva
Por su parte, Fernández se ha mostrado poco convencido de que, tras el anuncio de elecciones anticipadas para el próximo 20 de noviembre, la tramitación de la reforma de los convenios vaya a tener tiempo de «prosperar» en el Congreso de los Diputados, pese a las palabras de Zapatero asegurando que el tiempo hasta los comicios serviría para ultimar las iniciativas legislativas pendientes.
Por último, el vicepresidente de la patronal se ha referido a la reforma que prepara el Gobierno para adelantar el pago de las grandes empresas del Impuesto de Sociedades, que ha tachado de una fórmula «sin sentido».
«Es pan para hoy y hambre para mañana».
«Veo mal que los empresarios tengamos que participar para regular el déficit público. No tiene mucho sentido. Todos los esfuerzos son para los empresarios», ha enfatizado