El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha trasladado a la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, su «voluntad» de alcanzar acuerdos con la patronal para contribuir desde el diálogo social a salir de la crisis.
Así se lo ha hecho saber durante un encuentro de alrededor de dos horas de duración en la sede del sindicato, un gesto que el líder de UGT ha agradecido.
Además, Méndez ha expresado la honda «preocupación» de UGT por la difícil situación económica y la importancia de priorizar las políticas que incentiven la actividad y el empleo.
Esta reunión ha cerrado la ronda de encuentros bilaterales que en estos días ha mantenido la ministra de Empleo con los agentes sociales para conocer de primera mano la situación de las negociaciones enfocadas a consensuar una base sobre la que el Gobierno prevé construir la próxima reforma laboral antes de marzo.
Estas reuniones se iniciaron ayer con los presidentes de la CEOE y Cepyme, Juan Rosell y Jesús Terciado, y esta mañana fue el turno del secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo.
Fuentes próximas a las negociaciones informaron de que a día de hoy solo sería posible remitir el próximo 7 de enero al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, un acuerdo parcial en materia de festivos, solución extrajudicial de conflictos, mutuas y absentismo y formación. Las mismas fuentes indicaron que las posiciones siguen alejadas en materia salarial y en contratación.
Los encuentros con los agentes sociales se han desarrollado coincidiendo con la decisión del Gobierno de congelar el salario mínimo interprofesional (SMI) en 2011 en los 640,41 euros, tal y como lo ha trasladado el Ejecutivo en una carta a las centrales.
Fuentes del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que confirmaron a Europa Press el envío de esta misiva, recordaron que una vez hecha la consulta a los sindicatos en cumplimiento del Estatuto de los Trabajadores, el Consejo de Ministros del próximo 30 de diciembre «decidirá» finalmente sobre el SMI, aunque es de esperar que aprueba la congelación, que los sindicatos no han tardado en rechazar de pleno.
