Según el rotativo germano 'Frankfurter Allgemeine'

Muebles de Ikea ¿hechos en cárceles cubanas?

Aparecen nuevas denuncias sobre el uso de presos en la confección de mobiliario para la firma sueca

Muebles de Ikea ¿hechos en cárceles cubanas?
Preso, carcel, prisión, pena, delito y sentencia. PD

Según el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), varios archivos de la extinta República Democrática Alemana (RDA) a los que ha tenido acceso confirman que en la segunda mitad de la década de los años 80 se produjeron muebles para Ikea en varias cárceles cubanas y en la propia RDA.

FAZ explica en su edición del 4 de mayo de 2012 que la compañía escandinava suscribió a finales de los 80 un acuerdo con las autoridades de RDA, a raíz del cual tanto prisioneros del territorio germano-oriental como de la isla caribeña intervinieron en la producción de sus artículos.

El acuerdo fue suscrito en septiembre 1987, dos años antes de la caída del Muro de Berlín, tras una visita a Cuba de una delegación del Comercio de Artes y Antigüedades (KuA) y Delta Export Import, dos empresas de la RDA.

45.000 MESAS

Según las informaciones del diario alemán, esta delegación, integrada por cinco personas, contactó con un representante de la firma cubana Emiat, el teniente Enrique Sánchez, que producía muebles de jardín para la cúpula política cubana.

Tal empresa estaba vinculada con centros penitenciarios del Ministerio del Interior, afirma el FAZ, que se remite a documentos de la RDA.

Un mes después de esa visita, se firmó en Berlín el acuerdo correspondiente con Ikea Trading Berlín, la sucursal de la empresa sueca en la entonces ciudad dividida en dos.

En el contrato se contemplaba la producción de sofás, así como unos 10.000 mesas infantiles y 35.000 mesas de comedor. La primera partida fracasó, por déficit de calidad, a lo que siguió una intervención directa de la empresa germano-oriental sobre sus socios cubanos para que se ciñeran a las «normas de Ikea».

Theo Leggett, periodista de la BBC, afirma que algunos presos involucrados en la producción del mobiliario reconocieron modelos en los que trabajaron y que todavía se encuentran a la venta.

La informaciones de FAZ siguen a las difundidas unos días atrás por medios suecos y alemanes, a partir de documentos contenidos en las actas de la Stasi -la policía política de la Alemania comunista- acerca de los contratos suscritos por la compañía sueca y la RDA.

Ikea se comprometió entonces a investigar con meticulosidad ese caso que, de resultar cierto, «lamentaban profundamente». Acerca de una ramificación de ese negocio, a través de la RDA, hacia Cuba, afirma Ikea, según «FAZ», no saber nada en absoluto.

IKEA «NO SABE NADA»

En respuesta a las denuncias, una portavoz de Ikea dijo que no sabía nada acerca de la producción de artículos en Cuba.

Las revelaciones sobre la utilización forzada de presos políticos de la Alemania comunista ya habían provocado que la firma sueca iniciara una investigación.

«Nos tomamos este asunto muy en serio», dijo Jeanette Skjelmose, portavoz de Ikea.

Y añadió:

Hemos solicitado los documentos de los antiguos archivos de la Stasi (la policía secreta de la Alemania Oriental) y hablado con personas que estuvieron con nosotros en ese momento.

El propio diario alemán dijo que era posible que presos políticos fabricaran muebles para Ikea en Alemania Oriental sin que la empresa lo supiera.

Como señala Theo Leggett, de la BBC, las denuncias suponen un problema para la gerencia de la firma que se empeña en ofrecer una imagen de compañía innovadora y justa.

Hay que tener en cuenta que Alemania es el mayor mercado de Ikea, al totalizar el 20% de las ventas, de acuerdo con fuentes económicas.

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Autor

Javier Velasco-Arias

Javier Velasco-Arias, biblista y educador.

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