La marcha verde está formada por los trabajadores de la educación pública; la naranja por los de servicios sociales y dependencia; la blanca por los de sanidad
La manifestación que este sábado 15 de septiembre de 2012 recorre las calles de Madrid, para protestar por los recortes del Gobierno, ha sido abundante, pero quizá menos masiva de lo que el Gobierno Rajoy temía y de lo que anunciaban los líderes sindicales.
Habrá, como siempre, discrepancia en las cifras y los organizadores hablarán de millones mientras otros dirán que han sido la mitad de la mitad. Han sido 65.000 manifestantes, según la Delegación del Gobierno. Sea cual sea el criterio, la realidad es que han sido bastantes. Y se entiende.
El día es espléndido, hay muchísimos españoles angustiados y la pesadumbre se extiende por el país. Y al margen de la convocatoria hecha por los sindicatos, muchos aprovecharon la jornada para dejar patente su malestar.
Y se sumaron a los que llegaron a la capital acarreados en autobuses y a los que sacaron a la calle UGT y CCOO.
Bajo el lema «Vamos! Quieren arruinar el país, ¡hay que impedirlo!», miles de personas llegadas desde toda España marchan formando cuatro columnas desde Neptuno, Plaza de Gregorio Marañón, Goya y Puerta de Alcalá, que confluyen en la plaza de Colón de Madrid, donde se leerá un manifiesto.
Además, a las protestas se sumaron varios colectivos ataviados de distintos colores.
La marcha verde estuvo formada por los trabajadores de la educación pública; la naranja por los de servicios sociales y dependencia; la blanca por los de sanidad; la violeta por las asociaciones de mujeres y la negra por el resto de servicios públicos. En la movilización participaron más de 900 asociaciones.
El objetivo final de los sindicatos y de Izquierda Unida -en teoría- es forzar al Gobierno a convocar un referéndum, para que la ciudadanía se pronuncie sobre los recortes del Gobierno que no estaban anunciados en el programa electoral del PP, pero no da la impresión de que Mariano Rajoy -a quien no hacen pestañear ni los medios de comunicación que tanto obsesionaban a José María Aznar o a Rodríguez zapatero- vaya a transigir.
LOS DISCURSOS OFICIALES
Los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CCOO, Ignacio Fernández Toxo, han sido los intervinientes ‘estrella‘ de la concentración de la plaza de Colón por la Cumbre Social, y han aprovechado sus intervenciones ante cientos de miles de personas para recomendar al presidente, Mariano Rajoy, que escuche a los ciudadanos que se expresan «alto y claro» contra sus medidas de austeridad.
Pasado el mediodía, Méndez se encargó de abrir las intervenciones, afirmando que la imagen de la plaza de Colón es «muy contundente» y «no necesita ninguna explicación y justificación».
«Aquí hay mucha gente que no se quiere resignar, que está hasta la coronilla. Nunca con tanta soberbia, con tantas malas artes, se había hecho tanto daño a la inmensa mayoría de la sociedad, porque sólo se protege a las élites económicas y financieras».
Méndez acusó al Gobierno de comportarse con «arrogancia y prepotencia» en España y con «sumisión y servilismo» en Europa.
Antes de dar por concluida la concentración, otras dos representantes de colectivos sociales han leído un manifiesto conjunto de las 150 asociaciones convocantes, en el que las 900 organizaciones firmantes expresan «con una sola voz» su «profundo rechazo» a las políticas actuales y a la posibilidad de un rescate que conlleve más recortes, y exigen una reforma fiscal y más lucha contra el fraude.
Todos, en sintonía con el PSOE que también ha empujado la marcha, cuestionan «democráticamente» la legitimidad del Gobierno por aplicar un programa diferente al electoral y dicen que una medida tan «trascendente» como un rescate «no puede tomarla el Ejecutivo por sí solo» sino que debe ser el pueblo en las urnas.
«La ciudadanía debe tener la posibilidad de expresarse»