UGT y CCOO afirman que la corrupción no les afecta

Cándido Méndez: «No hay ningún caso de sueldo escandaloso en UGT»

Los sindicatos llaman a la movilización disculpando el gasto, pidiendo más recaudación y criticando la austeridad

Cándido Méndez: "No hay ningún caso de sueldo escandaloso en UGT"
Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo. EP

Comienza el Primero de Mayo de 2013 para UGT y CCOO con una extensa entrevista en Radio Nacional de España (RNE), donde sólo se les ha preguntado una vez y de una forma un tanto ambigua por los casos de corrupción en los que se están viendo envueltos los sindicatos de izquierdas en España.

Si el Economista publica hoy que los sindicatos UGT y CCOO reciben 800 millones del Estado, la mayor parte para cursos de formación de parados, Cándido Méndez se ha defendido hoy justificando los cursos de formación sindicales y ha negado que exista caso alguno «de sueldo escandaloso en UGT».

A dúo -como siempre- Méndez y Toxo han expuesto largo y tendido sus recetas y análisis sobre la situación que atraviesa nuestro país, sobre todo después de conocer los datos de la EPA.

Más presión fiscal

Para Fernández Toxo, no hay duda de que uno de los principales problemas «no es el volumen de gasto» de las administraciones públicas, sino la eficiencia en la asignación de esos gastos:

«Una de las principales recetas que debería tomar el Gobierno, sería aplicar una reforma fiscal que nos permitiera incrementar en 9 puntos los ingresos por impuestos. Es decir, salvar es diferencia que nos hace ingresar 9 puntos menos que la eurozona».

A su juicio, la fuerte destrucción de empleo y el constante cierre de empresas no tiene que ver en esa diferencia de recaudación.

Para Cándido Méndez y Fernández Toxo, la carencia de recaudación pasa por la «elusión fiscal», «la laxitud» impositiva a las «sociedades de inversión de capital variable (sicav)» y el fraude.

Gasto público

Pese a la fuerte expansión del gasto público o a las políticas de inyecciones públicas en la economía como el Plan E, o las inyecciones a la banca, el elevado volumen del déficit público o el creciente endeudamiento de la economía española, para UGT y CCOO, el problema de nuestro país no es el gasto público, sino la eficiencia de sus asignaciones.

Para Cándido Méndez, «las verdaderas víctimas del despilfarro» no han sido las empresas, o los ciudadanos, o las entidades financieras, sino las propias administraciones públicas, que han sufrido que «determinados ámbitos e instituciones financieras» fueran manirrotas porque «el crédito era muy barato».

Pese a esta afirmación, tanto Méndez como Toxo han reclamado que las instituciones financieras deben facilitar el crédito a las pymes y las familias.

En este sentido, para ambos líderes sindicales, el problema es evidente: «el fracaso de la austeridad».

Siguen oponiendo las políticas de austeridad y reducción del déficit y el gasto público al crecimiento económico y al empleo. Con este argumento han llamado hipócrita a las Instituciones Europeas:

«Es una hipocresía sangrante que digan que no puede ser que España tenga este volumen de paro y luego digan que tenemos que seguir con las políticas de consolidación fiscal».

Resumiendo, que UGT está de acuerdo en la reducción del déficit, o al menos eso afirma: «Pero ¿a este ritmo? No».

Un gran consenso

Para Toxo y Méndez, que descartan, de momento, una huelga general, es capital «que nos sentemos en una mesa de negociación» con los «agentes sociales», el Gobierno y los partidos políticos para llegar a un «gran consenso de país, desde la generosidad y desde la renuncia a parte del ideario propio para consensuar las medidas que se compadezcan con las necesidades de la ciudadanía».

Claro que, esa renuncia al ideario propio, es la que reclaman al Gobierno, no se lo aplican ellos mismos. En cualquier caso, piden medidas que deben servir, según Toxo a tres grandes objetivos:

«Cambiar el modelo económico. Generar las condiciones para la creación de empleo. Y proteger a las personas de los cuales 3 millones no tienen ayudas públicas».

Decía Méndez: «llevamos reclamando un gran acuerdo social desde que se inició la crisis».

Para este acuerdo, es necesario, a juicio de los sindicalistas, «que el Gobierno desconecte el piloto automático de las imposiciones de UE y de Berlín y que vea qué papel queremos jugar y busque ese gran consenso».

También han solicitado al Ejecutivo «que busque alianzas con los países del sur de Europa, incluido Francia» para «plantarse ante las instituciones Europeas» y decir que no están de acuerdo con las políticas de austeridad.

 

Te puede interesar

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído