Si los estudiantes tuvieran que devolverle al Estado el dinero que sus estudios superiores nos cuestan, prestarían más atención en clase
Es el rayo que no cesa. Y lo mejor de Salvador Sostres es que no rehuye debate alguno, ni se preocupa un ápice por las tremendas reacciones que desata siempre en las redes sociales.
Ni censura, ni autocensura. El periodista y escritor ha salido esta vez, en su columna de ‘El Mundo’, en defensa de la presidente del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol, que reprochó a los jóvenes que ni trabajan ni estudian que «no valen para nada».
«Si después de tantos años de enseñanza gratuita y obligatoria todavía tenemos que mantenerte (jóvenes que ni trabajan ni estudian), tendrías que disculparte por la necedad con que has despreciado nuestro dinero, y agradecernos lo muchos que hemos hecho por ti. Tendrías que disculparte por tu desfachatez, y dar las gracias».
«Pero si no os da vergüenza estar en el paro, si nunca os reprocháis las oportunidades desaprovechadas y lo que habríais podido hacer mejor… no sólo Mónica tiene razón, y no valéis para nada, sino que nunca haréis nada que tenga valor e importancia».
«Si los estudiantes tuvieran que devolverle al Estado el dinero que sus estudios superiores nos cuestan, prestarían más atención en clase, apreciarían lo que realmente hacemos por ellos y sólo irían a la universidad si calcularan que tienen la vocación y las aptitudes necesarias para estudiar la carrera».
Para culminar, Sostres sentencia con la siguiente frase:
«Lo que la responsabilidad no te inspira, que por obligación lo aprendas. Verás cómo estudias. Veremos como trabajas. Verás cómo sirves, al final, para algo».
