La gestión de las emociones en las empresas

¿Cómo crecer?

Optimismo para ser más competitivos

¿Cómo crecer?
El cerebro humano. EP

Cómo motivar a un equipo comercial, cómo mejorar la confianza con los clientes, cómo construir equipos ganadores, cómo ser un líder emocional

Nuestro crecimiento físico acaba en la juventud, pero afortunadamente nuestro crecimiento personal no tiene límites. No obstante, pese a gozar de esta estupenda posibilidad, no todos los seres humanos hacemos uso de él. Y es una lástima porque a mi modo de ver, no querer crecer es un poco dejarse morir o cerrarse una gran puerta a la felicidad.

Hay personas que esto de crecer lo llevan en su ADN, mientras que otras aprenden las bondades que tiene según van cumpliendo años. Pero, ¿qué es lo que nos induce a querer crecer?

La única respuesta posible es la actitud. Pero la actitud frente a las cosas depende a su vez de las motivaciones que tengamos o, mejor dicho, de las motivaciones que nos hayamos creado.

Y éstas no se pueden fabricar sin antes saber cómo somos, lo que nos gusta y fijándonos unos objetivos ilusionantes. Con todo ello, sólo si cumplimos estos tres requisitos estaremos en disposición de querer crecer y de, con el tiempo, hacer que sea algo consustancial a nosotros.

Aristóteles decía que el máximo objetivo que podemos lograr las personas en la vida es alcanzar la felicidad, pero a mi modo de ver se trata de un monismo excesivamente simplista.

Particularmente pienso como los seguidores de la psicología positiva, que es más práctico hablar de bienestar que de felicidad, puesto que es más tangible y porque contempla otros aspectos que van más allá de la propia satisfacción con la vida, como la necesidad de tener emociones positivas, basarnos en nuestras fortalezas y tener una existencia llena de sentido.

Pero detrás de todo lo que os he explicado, hay otro aspecto fundamental a tener en cuenta, que es saber la dirección en la que queremos crecer. Y es que si nuestro ansia de crecimiento es general, podemos tardar mucho más en tangibilizar las bondades de esta actitud.

Por ello, recomiendo que las ganas de crecer las tengáis en una dirección concreta, con el fin de ganar el máximo de foco y de que ese retorno esperado sea el mayor y más rápido posible.

Una vez leí un tweet de mi hermana, Ana, en el que decía que era una adicta a aprender cosas.

Creo que gracias a ella he incubado durante bastante tiempo la necesidad de escribir este artículo y, como también tengo esa necesidad, creo que el tema va a ser genético. Pero eso ya no estoy en condiciones de asegurároslo, ¿no creéis? Vaya…por el momento.

 

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Autor

Carlos Alonso

Experto Actitud, Comunicación, Liderazgo, Marca personal, Motivación, Optimismo y el arte de Reinventarse.

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