El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido la reforma laboral del Ejecutivo y ha asegurado que va en la «buena dirección», ya que en 2014 el empleo creció por primera vez después de siete años, pero el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, le ha acusado de haber generado una nueva precariedad y explotación laboral.
Durante el ‘duelo parlamentario’ de ambos, Rajoy indicó que la principal desigualdad del mercado de trabajo es entre quienes pueden trabajar y los que no y, por ello, aseguró que combatir el paro ha sido el principal objetivo del Gobierno. En este sentido, dijo que en 2014, con el primer crecimiento del empleo en siete años, se produjo un «punto de inflexión» y añadió que los datos de comienzo de 2015 también son positivos, con 536.000 afiliados más en el último año. «Las previsiones para este año son buenas, vamos a crecer un 2,9% y nuestra previsión es que se creen más de 500.000 empleos. Ese ha sido el gran objetivo de esta legislatura y se empiezan a conseguir resultados y eso nos anima a trabajar en la misma dirección», subrayó. Sin embargo, Pedro Sánchez dibujó un panorama muy distinto y afeó al presidente llamar recuperación a que haya 700.000 empleos destruidos desde que gobierna, un Gobierno que, según el líder del PSOE, será recordado por la amnistía fiscal –volvió a exigirle que publique la lista de los amnistiados antes de las elecciones autonómicas y municipales–, la reforma laboral y los ajustes sociales. En su opinión, la reforma laboral del Ejecutivo «condena» a millones de españoles a la precariedad laboral, ya que nueve de cada diez empleos que se crearon en 2014 fueron temporales y uno de cada cuatro tiene una duración media de menos de una semana. «Y a eso le llama usted seguir en la buena dirección», espetó a Rajoy. CAMBIAR EMPLEO ESTABLE POR PRECARIO. Sánchez acusó al Gobierno de «cambiar empleo estable por precario» y de haber propiciado con su reforma laboral que los salarios «sean los mismos que hace 25 años», al tiempo que indicó que uno de cada tres españoles cobra el salario mínimo y que la mitad cobra menos de 950 euros al mes. «¿Esto para ustedes es que hay que seguir perseverando en la misma línea?», preguntó al jefe del Ejecutivo. Además, dijo que 10 millones de horas a la semana se trabajan de forma ilegal como consecuencia de la reforma laboral y aseguró que eso se llama «explotación laboral». «Ustedes también han defraudado en política laboral a los trabajadores y yo me comprometo a cambiar el Estatuto de los Trabajadores para que recuperen los derechos perdidos», reiteró. Ante estas acusaciones, el jefe del Ejecutivo indicó al líder socialista que «no acepta» que le dé lecciones en materia laboral, cuando entre 2008 y 2011, con el Gobierno del PSOE, se destruyeron más de tres millones de empleos. «No está en condiciones de dar lecciones a nadie», le reprochó Rajoy, quien recordó que cuando llegaron al Gobierno el paro crecía por encima del 9% y ahora cae a un ritmo del 2,7%. «Podían reconocer que la labor de este Gobierno ha dado lugar a que por primera vez se cree empleo, no sé si les disgusta, pero eso son los hechos», aseguró Rajoy, tras afirmar que, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), el empleo que se crea es indefinido y a tiempo completo.