La secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT, Mari Carmen Barrera, ha reclamado este miércoles un modelo de relaciones laborales como «un instrumento de concertación centralizada, estructurada y creadora de las mejores y más eficaces relaciones laborales».
Durante su participación en la jornada sobre el modelo europeo de relaciones laborales, celebrada en el Senado, Barrera ha señalado que el modelo que ha impuesto el Gobierno del PP, con sus políticas de austeridad y su reforma laboral, «puede decirse que ha derivado hacia la flexiprecariedad, porque ha roto los equilibrios entre flexibilidad y seguridad y ha fomentado el empleo precario y sin derechos, los bajos salarios y la desigualdad». Además, «ha vulnerado normas comunitarias e internacionales», ha denunciado Barrera, quien sin embargo, a pesar de esta política que «ha roto los equilibrios entre las organizaciones sindicales y las empresariales», ha valorado que «de nuevo» sean los interlocutores sociales los que continúen «luchando por crear las mejores condiciones en las empresas para propiciar una mayor creación de empleo de calidad, estable y con derechos». Barrera ha afirmado que «un pilar fundamental del modelo social europeo es el diálogo social, que se ha convertido en un gran solventador de consecuencias muy perjudiciales para los trabajadores durante la crisis que hemos padecido». En este sentido, ha señalado que «las relaciones laborales en Europa, y sus representantes, han demostrado su fortaleza a la hora de mitigar la crisis». DIALOGO SOCIAL. «El Diálogo Social a nivel europeo ha sido calificado por numerosos expertos como el proceso clave de las relaciones laborales europeas, ha conducido a respuestas innovadoras en muchos Estados, y muchas empresas se han visto beneficiadas por esta herramienta para absorber el impacto de la recesión», ha añadido. En esta línea, ha destacado que ha contribuido a definir las normas sociales europeas y desempeña un papel «esencial» en la gobernanza de la Unión. De hecho, ha recordado que este diálogo ha conducido a la adopción de más de 300 textos conjuntos, además de un gran número de proyectos transnacionales. Pese a ello, la Comisión Europea, en 2013, «hizo un ataque sin precedentes a esta herramienta, poniendo en tela de juicio el papel de los interlocutores sociales, lo que dio el pistoletazo de salida a las políticas de austeridad». «Es en este momento», considera Barrera, «cuando el diálogo social cambia en nuestro país, llegando a una etapa convulsa en las relaciones con el Gobierno donde, paradójicamente, las relaciones entre los interlocutores sociales se han estrechado más aún». Asimismo, ha subrayado que la firma de varios acuerdos para el Empleo y la Negociación Colectiva que, pese a verse «perjudicados» por la reforma laboral de 2012, «ha sentado las bases para fortalecer una estrategia de empleo para los colectivos más perjudicados por la crisis, como los jóvenes o los trabajadores de más edad, amortiguar la desigualdad provocada por las políticas del Gobierno y posibilitar que la crisis no recaiga exclusivamente sobre los hombros de los trabajadores». La secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT ha valorado que el diálogo social bipartito «ha dado muestras de su madurez en una época en la que el diálogo social a nivel institucional está en entredicho por su escasa llamada por parte del Gobierno».
