Las organizaciones sindicales CC.OO. y UGT han puesto de relieve, con motivo del 40 aniversario de su legalización, que los sindicatos han seguido «trabajando y luchando» en este tiempo contra el intento de debilitarlos y confontrarlos unos con otros.
La última reforma laboral aprobada por el PP fue, según ambas organizaciones, el instrumento mediante el que se intentó trasladar a la sociedad una imagen de pérdida de fortaleza del movimiento sindical. Asimismo, consideran que este mecanismo recortó la negociación colectiva, actividad de la que son partícipes, y favoreció al desequilibrio de las relaciones laborales en favor de los empresarios. No obstante, CC.OO. y UGT han señalado que han vencido «obstáculos» y han demostrado que son «organizaciones fuertes y muy representativas en las empresas». También han subrayado que son el «baluarte y la garantía» de los derechos y libertades democráticas de los trabajadores. Además, han recordado que para la legalización de las organizaciones sindicales fueron «necesarios muchos y enormes sacrificios, con encarcelamientos, despidos, huelgas y un gran sentido de responsabilidad y tolerancia para avanzar hacia la libertad sindical plena». Por otro lado, han insistido en que la legalización de los sindicatos marcó la singularidad de aquel momento «histórico y la trascendencia de una lucha que, con frecuencia, se desvirtúa o banaliza». Para los sindicatos, la creación, desarrollo y consolidación del movimiento sindical confederal fue «un factor decisivo para el avance de la transición democrática».