La mejor manera de dejar de fumar, creen en la compañía, es darles más vacaciones. Nada más y nada menos que seis días más al año. Según The Telegraph, el objetivo es compensarlos por las continuas pausas de los fumadores, que consumen al menos 15 minutos de cada jornada laboral dedicados a su adicción a la nicotina.
El periódico británico recoge las declaraciones de uno de los responsables de la empresa, quien señala que todo fue idea de un empleado: «Dejó un mensaje en el buzón de sugerencias y nuestro CEO estuvo de acuerdo con él al leerlo», según recoge ElHuffPost.
El sistema de recompensas, según recoge la edición estadounidense del HuffPost, fue establecido en septiembre y desde entonces al menos 30 de los 120 empleados de la compañía han solicitado su recompensa. Los más llamativos son los casos de cuatro trabajadores, que han renunciado a fumar para poder beneficiarse del incentivo vacacional.
Pero ése es, al parecer, el objetivo de la empresa: «Confiamos en motivar a los trabajadores para que dejen de fumar a través de recompensas, en lugar de multas u otras medidas punitivas», asegura el portavoz de la compañía. Las vacaciones extra, además, pueden ser tremendamente positivas en un país, Japón, donde el exceso de trabajo es un problema de salud pública.
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