El prófugo Carles Puigdemont ha renunciado este 22 de noviembre de 2017 al sueldo que les correspondería como expresidente catalán porque considera que aún es el presidente de Cataluña.
Cristóbal Montoro dejó clara este 22 de noviembre de 2017 su postura tras conocer la decisión de Puigdemont: «Es una tontería».
Así lo señaló el ministro de Hacienda y Función Pública a su salida de la Comisión de Presupuestos en el Congreso de los Diputados:
«Es una tontería, es evidente que en Cataluña se van a celebrar unas elecciones autonómicas de las que saldrá el parlamento autonómico y que de ahí se nombrará un nuevo Gobierno de la Generalitat, por lo que me parece una postura fuera de lugar».
AHORA SI
El expresidente de la Generalitat, que durante toda la legislatura ha renunciado al sueldo de diputado, sí se dará de alta para cobrar el sueldo base de los parlamentarios que les corresponde durante los meses que transcurran hasta la constitución del próximo Parlament, que será con toda probabilidad en el mes de enero, una vez se celebren las elecciones del 21 de diciembre.
Según publica ‘elnacional.cat’, Puigdemont no acepta haber sido cesado por el Gobierno en aplicación del artículo 155, por lo que consecuentemente tampoco acepta la condición de expresidente y el sueldo que eso conlleva.
Puigdemont ha tomado esta decisión después de que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, le diera este martes un plazo de diez días hábiles para decidir si solicitaba acogerse al Estatuto de expresidentes de la Generalitat y cobrar así la pensión que le correspondería, que estaría en torno a los 112.000 euros al año ( Hacienda da 10 días al prófugo Puigdemont para acatar el 155 y cobrar 112.000 euros anuales ).
Según la ley catalana de los expresidentes de la Generalitat, Puigdemont hubiera podido cobrar durante hasta cuatro años estos 112.000 euros al año, equivalente al 80% del sueldo de antes de ser cesado.
La ley también establece que, cuando llegan a la edad de 65 años, los expresidentes tienen derecho a percibir una pensión vitalicia consistente en un asignación mensual igual al 60% de la retribución mensual que tenían cuando ejercían el cargo.
